El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido dar un importante giro en su estrategia comercial, al anunciar este miércoles una tregua de 90 días en la aplicación de aranceles. Aunque este movimiento busca calmar a los mercados y facilitar negociaciones, China queda excluida de esta medida, enfrentando gravámenes que han alcanzado hasta un 125%.
Detalles de la tregua arancelaria
A partir de hoy, prácticamente todos los socios comerciales de EE.UU., incluyendo a la Unión Europea (UE), estarán sujetos a un arancel "reducido" del 10%, en lugar del 20% que había sido pronosticado. Esta decisión se produce tras la negativa de la mayoría de países, quienes habían intensificado su interés en negociar con la Administración estadounidense. Según Trump, la medida responde a que "más de 75 países se habían puesto en contacto" para tratar de encontrar un entendimiento.
Con este cambio, Trump busca mitigar los efectos negativos en los mercados, que habían estado cayendo y generando una creciente inquietud entre los inversores. En su anuncio, realizado en su plataforma Truth Social, el presidente animó a los inversores con el mensaje de que "ES UN GRAN MOMENTO PARA COMPRAR".
Consecuencias para China y otros mercados
China, por otro lado, es la gran perjudicada de esta situación. Desde este miércoles, el gravamen que enfrentaba por parte de EE.UU. ha escalado al 125%, una medida que suscitó una respuesta inmediata del país asiático al activar sus propios aranceles. Trump ha argumentado que China ha mostrado "falta de respeto" hacia los mercados, lo que justifica dicha imposición.
El ambiente entre los socios comerciales de EE.UU. ha cambiado notoriamente. Por ejemplo, México y Canadá habían disfrutado de ciertas exenciones, pero a medida que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicaba su inclusión en la lista de aranceles, la Casa Blanca se vio forzada a rectificar y mantener sus exenciones.
El impacto en los mercados financieros
La respuesta de los mercados a esta reciente reversión de Trump ha sido notable. Wall Street experimentó un incremento entre el 6% y el 8% en sus índices, y el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) también vio una elevación del 4,65%, superando los 62 dólares el barril. Este renacer del mercado financiero sucede en un contexto donde los mercados de bonos habían mostrado fragilidad, lo que encendía alarmas sobre la estabilidad del mayor mercado de deuda del mundo.
Un intento de negociación
El presidente no solo busca calmar a los mercados, sino que también tiene en mente llegar a un acuerdo con todas las naciones afectadas. En un contexto de creciente tensión, ha afirmado que se siente honrado por haber tomado estas decisiones y se muestra optimista sobre la posibilidad de establecer tratados "justos" con cada uno de sus socios comerciales. "Hay que tener flexibilidad", señala el mandatario, quien resalta que no se quiere perjudicar a naciones que no lo merecen.
A medida que avanza esta historia, el futuro de la relación comercial entre EE.UU. y sus socios, especialmente China, permanece en un delicado equilibrio. Las decisiones tomadas en este ámbito podrían tener repercusiones significativas no solo en el comercio internacional, sino también en las economías locales que dependen de un entorno comercial estable. ¿Qué acuerdos se lograrán en los próximos meses? El tiempo dirá si esta tregua es el primer paso hacia un comercio más equilibrado o si estamos ante un capítulo más en una saga de tensiones comerciales.