La Secretaría General de Pesca ha considerado que se debe reservar una cantidad de captura al margen de las nuevas asignaciones de cuotas, permitiendo así que puedan participar en la pesquería buques que no se encuentren bajo este acuerdo actual o aquellos que deseen incorporarse a la actividad. Este enfoque busca garantizar un acceso más inclusivo a la pesquería de la anchoa, que en la actualidad permite acceso libre.
Modificación del modelo de gestión
Opescantábrico, que representa aproximadamente al 90 % de las embarcaciones dedicadas a esta pesquería, ha propuesto un cambio en el modelo de gestión. Esta modificación tiene como objetivo que la explotación de los recursos pesqueros se traduzca en una mayor rentabilidad económica y una adecuada valorización del producto en los mercados.
El cambio implica establecer topes de captura anuales para cada entidad que lo solicite. Esta iniciativa se enmarca en un contexto en el que se busca una gestión más eficiente y colaborativa entre las distintas partes interesadas. La necesidad de un enfoque renovado es inminente, dado que la campaña de 2025 comenzará el próximo 10 de marzo.
Diálogo constructivo y consenso
En esta línea, la secretaria general de Pesca, Isabel Artime, organizó una reunión por videoconferencia con distintas entidades asociativas que representan a los buques de cerco del Cantábrico noroeste. El encuentro tuvo como objetivo fundamental abordar la gestión de la pesquería de la anchoa, resaltando la importancia de establecer un diálogo constructivo que derive en una propuesta consensuada entre todas las partes.
Según un comunicado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Artime enfatizó que el modelo ideal de gestión debe ser fruto de un acuerdo entre el propio sector. Esto evidencia un cambio cultural en la manera de abordar la gestión de los recursos marinos, abriendo la puerta a una mayor colaboración.
Desarrollo normativo y tiempos de implementación
El Gobierno se muestra decidido a avanzar en un texto de orden ministerial que busque «concilie el máximo consenso en el cambio de gestión propuesto», aunque este desarrollo normativo aún requerirá de un plazo adicional de tramitación. La intención es que la nueva regulación esté lista y operativa para el inicio de la campaña.
Tradicionalmente, la gestión de esta pesquería se ha llevado a cabo mediante una resolución basada en acuerdos dentro de Opescantábrico, lo que ha permitido una coordinación efectiva hasta la fecha. Sin embargo, el nuevo enfoque busca mejorar los métodos actuales y adaptarse a los desafíos que presenta la sostenibilidad en el ecosistema pesquero.
Experiencia de gestión para 2025
Además, este nuevo sistema de gestión se implementará como una experiencia durante el año 2025, asegurando que no se generen derechos históricos, lo que permitirá una mayor flexibilidad y ajustes según se vayan evaluando los resultados.
Las reuniones de la Secretaría General de Pesca no solo se han llevado a cabo con Opescantábrico, sino que también han involucrado a otras asociaciones que no están representadas en esta organización y a las direcciones generales de Pesca de las comunidades autónomas implicadas. Este enfoque inclusivo refuerza la idea de que el futuro de esta pesquería debe construirse con una diversidad de voces y perspectivas en la mesa.
El futuro de la pesquería de la anchoa en el Cantábrico se vislumbra incierto pero lleno de oportunidades, donde la colaboración y el consenso jugarán un papel fundamental. A medida que se acerque la fecha de apertura de la campaña, será crucial observar cómo se desarrollan estas negociaciones y qué impacto tendrán en la sostenibilidad y la economía de los pescadores locales. Este cambio en la gestión podría representar un punto de inflexión y sentar las bases para una pesca responsable y eficiente en el futuro. ¿Qué otras innovaciones podrían implementarse para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad de nuestras pesquerías?