El mundo agrícola español ha recibido con satisfacción pero también con cautela, las modificaciones efectuadas a la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea. Organizaciones de agricultores, ganaderos y sus cooperativas han aplaudido las reformas que suavizan las exigencias ambientales, pero han querido recalcar que son «insuficientes» y «tardías» , ya que han llegado tras meses de protestas y movilizaciones.
A raíz de la aprobación de estas enmiendas, la PAC mitigará sus demandas, una respuesta que finalmente ofrece la Unión Europea después de numerosas movilizaciones y «tractoradas». Sin embargo, muchas agrupaciones recalcan que estas medidas llegan con retraso y no son suficientes. A pesar de tener un carácter retroactivo desde el inicio de 2024, muchos agricultores ya han programado sus campañas para este año.
A lo largo del territorio español, las movilizaciones continúan, con algún que otro desacuerdo en el sector. Algunas organizaciones como Asaja y COAG no han firmado las medidas propuestas por el Gobierno, en tanto que UPA y Unión de Uniones respaldan esta postura. Es más, el jueves pasado tuvo lugar una protesta en Córdoba, caracterizada por agricultores manifestándose lanzando kilos de naranjas en señal de crisis.
«Las reformas deben ser más profundas», subrayaba Alejandro Gutiérrez, coordinador técnico de Cooperativas Agroalimentarias, aunque reconocía que los cambios aprobados por la Eurocámara van en la buena dirección. Por otra parte, José María Castilla, director de relaciones internacionales de Asaja, criticaba que está decisión podría haberse tomado hace meses. De la misma forma, desde la organización agraria COAG, se valoraban los cambios pues «corrigen lo más acuciante y eliminan problemas para los agricultores».
Es importante señalar que las reformas implican que España deba aprobar un decreto para su implementación. Un proceso que, si todo va bien, debería culminar en junio. «Estamos haciendo los trámites con un equilibrio muy delicado, sin seguridad jurídica», expresaba Gutiérrez.
Pese a todo, hay consenso en que se ha conseguido una flexibilidad muy ansiada en las prácticas agrícolas, gracias en parte a las manifestaciones en las calles. Sin embargo, queda un gran camino por recorrer para lograr mayores cambios y reformas en la agricultura. Para estas organizaciones, es menester una revisión más exhaustiva para garantizar un futuro más equilibrado y sostenible del sector agrario.