Con el propósito de dar un soporte económico a sus familias y romper el molde de roles de género en su comunidad indígena, las mujeres de la asociación peruana Chocowarmis han encontrado en el cultivo de cacao y producción de chocolates ecológicos una herramienta de empoderamiento. No es cualquier momento, el auge de este fruto en los últimos meses y su creciente precio en el mercado, ha sido un factor determinante para que el negocio florezca en plena Amazonía, específicamente en la comunidad indígena Copal Sacha.
Delly Neyra, una de las impulsoras de este movimiento deja claro lo relevante del momento: «Ahorita que está atacando las plagas en otros países, más que todo por el cambio climático, yo creo que nosotras debemos aprovechar en este momento como agricultoras; creo que no como agricultoras, sino ya como empresarias» ha manifestado.
Estás mujeres han recibido el respaldo de Perú-Hub, un proyecto que capacita a agricultores a mejorar de forma sostenible su producción en una zona del país. «Estamos trabajando en cultivos de cacao, porque el cacao es la base del sistema productivo en la región de San Martín», expresa Esteban Altamirano, coordinador del componente de Extensión de Perú-Hub.
No solo han sido capacitadas en temas de agricultura, sino que han sido conscientes de la necesidad de una formación integral que les permite conocer sus derechos como mujeres, pasando por la participación activa y la autonomía en la gestión del cacao y la elaboración del chocolate.
Ellas, contemplando orgullosamente los frutos de color púrpura que cuelgan de los árboles, saben que en unos meses, tras un proceso artesanal, se convertirán en tabletas de chocolate. Pero también comprenden que esos mismos frutos son símbolo de su lucha y superación diaria. «Creo que eso ha sido un fortalecimiento que nos ha dado como mujeres, porque estamos haciendo el manejo de nuestras parcelas, somos amas de casa, somos agricultoras. Yo creo que nada nos va a detener para meter dinero a nuestro hogar y apoyar a nuestras hijas», finaliza Neyra al borde de la emocionada satisfacción.