Los avances en los esfuerzos de cooperación entre América y África, especialmente enfocados en el desarrollo de una agricultura sostenible y la seguridad alimentaria, son parte de una iniciativa conjunta que tiene el objetivo principal de enfrentar los desafíos que confronta la humanidad en torno a cuestiones energéticas y alimentarias.
Las autoridades del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y de la Alianza para la Revolución Verde en África (AGRA) han manifestado su convicción de que la agricultura es un elemento crucial para unir ambos continentes y así poder jugar un papel cada vez más determinante en materia de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental a nivel mundial.
Uno de los puntos de convergencia de estas instituciones radica en su creencia en la importancia de aumentar la colaboración con el fin de potenciar a la agricultura como una herramienta vital para superar los retos que enfrenta la humanidad en la búsqueda de seguridad alimentaria y de una energía más sostenible. La colaboración entre estas instituciones también está guiada por la necesidad de impulsar la transformación de la agricultura africana hacia modelos más resilientes y productivos.
El IICA y AGRA han reforzado su compromiso de promover y difundir buenas prácticas agrícolas, basadas en los avances de la ciencia, entre los agricultores familiares de ambos continentes. Han destacado que su prioridad es que los pequeños agricultores puedan tener acceso a tecnologías para adaptarse a las consecuencias del cambio climático y puedan continuar desempeñando su labor vital en el mundo.
Para lograr este objetivo, ambas instituciones han establecido una alianza en los últimos años para colaborar en la búsqueda de soluciones a los desafíos comunes que enfrentan ambos continentes en su camino hacia la transformación de sus sistemas agroalimentarios.
Finalmente, el IICA y AGRA lanzaron un proyecto conjunto denominado «Suelos Vivos», que tiene como fin restaurar tierras degradadas, rehabilitar suelos ácidos, incrementar la productividad agrícola y del paisaje, y mejorar la resiliencia climática en los sistemas agroalimentarios africanos. Esta iniciativa ya ha tenido implementación en las Américas durante los últimos cuatro años, y ha contado con el liderazgo del IICA y del científico Rattan Lal, considerado una autoridad mundial en ciencias del suelo.