Los aranceles impuestos por Estados Unidos están generando una gran incertidumbre en el sector atunero español. En el contexto del Día Mundial del Atún, el 2 de mayo, las principales organizaciones de la industria pesquera han expresado su preocupación por el riesgo de que España pierda su posición destacada en el comercio mundial de atún.
Peligro para el liderazgo español en el comercio de atún
La flota pesquera y la industria conservera están en alerta ante la posibilidad de que España caiga de su podio en este sector. Los aranceles, que alcanzan hasta el 35 % en productos de atún en aceite, marcan un antes y un después en la historia del comercio atunero. Julio Morón, director gerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac), afirma que esta situación puede "reventar los mercados".
El impacto no solo se siente por el gravamen adicional, sino también por la dura competencia que enfrentan de otras naciones, especialmente Tailandia, que también ha visto un aumento en los aranceles, lo que podría agravar aún más las condiciones del mercado europeo.
Impacto en diversas áreas del sector atunero
El atún representa alrededor del 20 % de los ingresos de la pesca marítima global, y España se posiciona como el segundo país en la producción de conservas, superado únicamente por Tailandia. Con una disputada posición en las exportaciones, que compite estrechamente con Ecuador, la industria atunera española se encuentra en una encrucijada.
La incertidumbre en el mercado, provocada por los aranceles, afecta no solo la competitividad de los productos españoles, sino también la actividad económica de las empresas armadoras y conserveras. Las declaraciones de Anfaco, la patronal de conserveras, apuntan a que si todos los países operaran bajo las mismas normativas, España sería la primera potencia mundial en transformación de atún.
Desafíos para el atún rojo español
España es también el mayor capturador de atún rojo en el Mediterráneo y el Atlántico oriental. Empresas como Balfegó, que tiene a Estados Unidos como uno de sus clientes principales, se enfrentan a un rompedero de cabeza debido a los aranceles. Según Juan Serrano, director general de Balfegó, el 39 % de la facturación de la empresa proviene de Estados Unidos, y los precios están en constante ajuste debido a la devaluación del dólar, lo que encarece aún más el atún español para los consumidores estadounidenses.
Pero eso no es todo. La política económica actual de Estados Unidos podría llevar a una apreciación del euro, dificultando aún más los envíos y reduciendo la competitividad en un mercado ya complicado. En este sentido, Balfegó planea redirigir sus envíos hacia Europa, aunque la falta de tradición gastronómica en el norte europeo para el atún podría limitar esa estrategia.
La búsqueda de soluciones en el sector
El sector, ante esta complicada situación, continúa trabajando en su estrategia de diversificación. Anfaco destaca que, a pesar de la presión arancelaria, el enfoque está en explorar nuevas oportunidades en mercados clave, así como en consolidar su presencia en más de 135 países.
Con exportaciones de productos del mar a Estados Unidos que alcanzaron los 290 millones de euros en 2024, de los cuales un 7,2 % correspondió a atún rojo, los tiempos son inciertos. Anfaco resalta la necesidad de una respuesta coordinada y firme por parte de la Unión Europea, así como de un diálogo constructivo con Washington.
Estos problemas siguen planteando preguntas cruciales sobre el futuro del comercio atunero español. ¿Puede España adaptarse a estas nuevas condiciones y mantener su posición en el mercado? La industria debe trabajar en conjunto para seguir adelante en un panorama global que cambia rápidamente. La reflexión está abierta: ¿será suficiente la colaboración del sector y el compromiso de las autoridades para hacer frente a estos desafíos?