En un movimiento sin precedentes, las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA han decidido llevar su protesta a las calles de Madrid este 26 de febrero, en un esfuerzo por hacer oír sus demandas en consonancia con la celebración del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea. Este acto se anticipa como un hito significativo en la lucha por los derechos y necesidades del sector agropecuario español, que busca llamar la atención tanto a nivel nacional como europeo.
Las reivindicaciones principales de ASAJA, COAG y UPA incluyen la reforma en materias de la cadena alimentaria, una revisión de los acuerdos comerciales con terceros países, la simplificación burocrática y mayor flexibilización en las políticas agrarias comunes (PAC). Estas demandas, planteadas desde el rigor y la urgencia, pretenden propiciar un marco más justo y equitativo para los agricultores y ganaderos españoles.
La convocatoria a las calles no solo simboliza la unidad y fortaleza del sector, sino que también pone de manifiesto la insatisfacción con las medidas actuales y la necesidad de una acción rápida y eficaz por parte de las autoridades. Este es un llamado al Gobierno de España para liderar y defender las necesidades del campo español en el ámbito europeo, manifestando la urgencia de atender las justas y legítimas demandas del sector.
Con el respaldo de miles de agricultores y ganaderos, estas organizaciones buscan hacer visible la crisis que enfrenta el campo español, marcado por la volatilidad de los precios, los desafíos climáticos y las barreras comerciales. Están en juego la viabilidad y sostenibilidad de una profesión esencial para la economía y la sociedad españolas, razón más que suficiente para que las administraciones a todos los niveles escuchen y actúen en consonancia.
Este 26 de febrero, Madrid no solo será testigo de una gran movilización, sino también del inicio de un posible cambio de paradigma en el tratamiento y consideración del sector agrario en España y Europa. La determinación de ASAJA, COAG y UPA por alcanzar avances significativos podría marcar un antes y un después en la historia agrícola del país.
