El arte urbano tiene su versión rural y cada vez más pueblos en España optan por una expresión colorida y cultural en sus calles. Tal es el caso de Ordes, en La Coruña, y Romangordo, en Cáceres, donde el «street art» se ha convertido en un movimiento cultural y turístico de gran relevancia. Ambas localidades han conseguido embellecer sus calles, a la vez que contar su historia a través de murales a gran escala.
En Ordes, el arte en la calle vive desde 2008 gracias a la iniciativa «DesOrdes Creativas», impulsada por el estudio Mutante Creativo. Este festival internacional celebra dos semanas del arte cada agosto, llenando sus calles con más de 110 murales elaborados por alrededor de 200 artistas de la escena gallega, nacional e internacional. El recorrido se puede hacer de forma independiente, sin horarios, gracias a que estas creaciones están a cielo abierto, facilitando a los visitantes un mapa interactivo disponible en la web del festival para entender la historia de cada pieza.
Por su parte, en Romangordo, los murales a gran formato llevan a los visitantes a un viaje por momentos clave de la historia del municipio. El arte de sus calles remonta a las grandes épocas, como la última batalla de la Guerra de la Independencia; o a la vida cotidiana, a través de la representación de una lechera en la fachada donde se desarrollaba su negocio.
Mención especial merecen las pinturas que representan a La Torre, un edificio histórico que ha sido restaurado en varias ocasiones. A través de la habilidad de los artistas, podemos apreciar cómo serían las edificaciones antiguas.
El éxodo rural y la amenaza de despoblación no detuvo a estos pueblos, su iniciativa se reflejó en una notable afluencia de turistas. Los murales de Romangordo cosecharon su mayor éxito en 2019 con 46.000 visitantes, y tras superar los embates de la pandemia, esperan cerrar el 2023 con más de 20.000 visitantes.
Fanzara, en Castellón; Penelles, en Lleida y Tubilla del Lago, en Burgos, también forman parte de este innovador movimiento que revoluciona la cultura y el turismo rural en España. Pero este arte no se limita a las fronteras españolas y tiene también su versión internacional, tal como sucede en Orgosolo, en Cerdeña, Italia, conocido por sus más de 150 murales que narran su cultura e historia.