Sequía pronostica una disminución en la producción de frutas tropicales en Málaga
El sector de las frutas tropicales en España está experimentando una grave crisis debido a la sequía que diezma la producción de mango y aguacate en Málaga. La situación es particularmente preocupante ya que Málaga es considerada la principal zona productora de frutas tropicales en el país.
Después de un 2023 caracterizado como «desastroso», las organizaciones agrarias Asaja-Málaga y UPA-Málaga, junto con la Asociación Española de Tropicales, representando a más de 450 productores de localidades como Málaga, Cádiz y Huelva, esperan una repetición de este infortunio. Se proyecta una producción de mango en Málaga cercana a las 12.000 toneladas, un 70% menos que en temporadas regulares, debido a los efectos del clima.
El clima desfavorable ha sido una constante preocupación para los productores. La campaña comenzó con una floración temprana en mayo, seguida de una segunda en febrero, afectada por lluvias considerables y bajas temperaturas. Por lo tanto, el 80% de la floración sufrió ‘abortos’, es decir, el fruto no cuajó correctamente. Sin embargo, una tercera floración tardía en junio ha proporcionado a los productores algún consuelo, aportando una mayor estabilidad con calibres más medianos pero con volúmenes de producción más grandes.
El cambio climático también está afectando a la producción de aguacate, que requiere un mayor aporte hídrico. En momentos de sequía, se utilizan aguas regeneradas para su cultivo, lo que, según la Asociación Española de Tropicales, está causando muchos problemas. Los productores han estado realizando talas para esperar y ver si la situación mejora.
La escasez de agua no solo está haciendo mella en la producción, sino que también está desplazando el centro de producción de estas frutas. En vista de la disminución de la producción en la costa de Granada y Málaga, el cultivo del aguacate parece estar desplazándose a Cádiz, Huelva y la Comunidad Valenciana.
Con el fin de mantener el potencial de las zonas productoras y hacer frente a esta crisis, es imperativo que las instituciones apuesten por la mejora de los recursos hídricos, la planificación del riego y la modificación de las infraestructuras. Solo entonces el sector de las frutas tropicales podrá recuperarse y volver a ser rentable.