El aumento significativo en la superficie de cultivo de pistachos en España se está convirtiendo en un claro reflejo de la robustez del sector agrícola de la nación. Según datos revelados en el estudio «Presente y futuro del cultivo del pistacho y su procesado, una perspectiva empresarial» elaborado por Agróptimum, la superficie de este cultivo ha experimentado un crecimiento del 145% en los últimos cinco años, pasando de las 2.000 hectáreas a las 78.495.
Este crecimiento notable viene acompañado de un aumento correspondiente en la producción del pistacho, señalando el potencial de España para consolidarse aún más en el mercado mundial de este producto. El estudio también resalta la adaptabilidad del pistacho al clima de la península, factor que ha contribuido a su éxito, similar al del olivar y el almendro.
En cuanto a la distribución de la superficie de cultivo, el informe destaca que el cultivo en secano representa el 43% de la superficie total y un 48% de la producción. Mientras que la superficie cultivada en régimen de regadío constituye el 36%, aportando alrededor de un 32% a la producción total. Asimismo, los cultivos intensivos, tanto en régimen de regadío como de secano, también han ganado terreno, sumando el 21% del total de hectáreas cultivadas.
No cabe duda de que el cultivo de pistacho se ha convertido en un elemento clave en la economía agrícola española, generando más de 800 millones de euros y dando empleo a más de 200.000 personas. Se destaca la región de Castilla-La Mancha, y especialmente Toledo, como las zonas con mayor aumento en la superficie de cultivo.
El auge en la demanda por parte de la Unión Europea y la rentabilidad de este cultivo están contribuyendo a un visible «apetito inversor». El grueso de la producción de pistachos en España se dirige a mercados exteriores, siendo Italia, Estados Unidos y Alemania sus principales destinos.
Este panorama refleja una tendencia de crecimiento con el potencial de fortalecer la presencia de España en la producción mundial de pistachos, sector que hasta ahora ha sido dominado por Estados Unidos, seguido de Irán y Turquía. Este auge subraya la fortaleza y transformación del sector agrícola español, y una vez más, confirma su relevancia en el crecimiento económico del país.