Al concluir una semana de intensas lluvias, se ha reportado un incremento notorio en los niveles de reserva de agua de los embalses en España, destacando un aumento de la reserva hídrica del 47,5% al 48,5% con un incremento en esta semana de 569 hectómetros cúbicos (hm3), lo que ha permitido acumular un total de 27.177 hm3.
Según los informes facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), las precipitaciones han sido particularmente copiosas en la vertiente Atlántica, mientras que en la vertiente Mediterránea el impacto también ha sido significativo. La mayor cantidad de precipitación se registró en Santiago de Compostela, con un nivel de 152,7 litros por metro cuadrado ( l/m²).
El nivel actual de almacenamiento en los embalses se encuentra por encima de la media del año pasado, que registraba un acumulado de 19.368 hm3, así como la media de los últimos diez años, cuya reserva se sitúa en 24.998 hm3.
Las cuencas que vieron un gran aumento en su reserva de agua esta semana incluyen las del Cantábrico Occidental, alcanzando del 71,8 al 76,9 % de capacidad, además de las cuencas del Miño-Sil (63,3 – 68 %) y Galicia costa (56,7 – 71,5%).
Incrementos más moderados en la reserva hídrica se observaron en las cuencas del Duero, alcanzando del 61,7 al 63,3 % de capacidad y el Ebro (59,2 – 62,1 %). Asimismo, las cuencas deficitarias del Guadalquivir y Guadalete-Barbate también registraron leves aumentos, pasando del 29,9 al 30,2 % y del 20,5 al 20,6 % respectivamente.
No obstante, se reporta un moderado descenso de los niveles en las cuencas del Tajo, Mediterránea Andaluza, Segura, Júcar y las internas de Cataluña. Además, las cuencas del País Vasco, Cantábrico Oriental, Tinto, Odiel y Piedras, y Guadiana se mantienen en los mismos niveles que la semana pasada.
El informe ofrecido por el Miteco enfatiza la importancia de estas cifras, ya que dan cuenta de la capacidad de cada cuenca en relación con el volumen de hm³ y el porcentaje de disponibilidad de este recurso vital. Sin duda, un seguimiento continuo de estas cifras se vuelve imprescindible para gestionar de forma adecuada nuestras reservas hídricas.