El sector cafetero responde a la crisis de precios y desafíos logísticos
El mundo del café se encuentra en un periodo de cambios importantes, con retos significativos que afrontar. La cadena de valor del café se ve empujada a buscar sinergias, con el objetivo de mejorar su productividad y lidiar con diversos factores que han contribuido a un aumento en el precio del café de más del 50% en el último año.
Según la Organización Mundial del Café, la cotización internacional del café se encuentra en su nivel más alto en los últimos trece años. Este incremento se ha notado especialmente durante el pasado mes de agosto, cuando el índice compuesto de los precios del café alcanzó los 238,9 centavos de dólar por libra producida, un 55% más anual.
En este panorama lleno de retos, también se suma la crisis que enfrenta el mercado debido a los altos tipos de interés, la inestabilidad en el suministro y las rutas comerciales que permanecen desviadas a Sudáfrica por la conflictividad en la zona del canal de Suez.
En lo que respecta a la respuesta desde España, la Asociación Española del Café, que agrupa a la cadena de valor del café en el país, ha reconocido que esta situación geopolítica esta afectando a sus importaciones especialmente aquellas procedentes del Sudeste Asiático y de países africanos. Aun así, la entidad confía en la resiliencia del café frente a las diversas crisis.
En lo que se refiere al consumo, se espera un crecimiento del 2,2% en 2023-2024, hasta llegar a 177 millones de sacos, frente a una producción de 178 millones. En el medio de todos estos desafíos, se hace patente el compromiso del sector cafetero con la sostenibilidad y la economía circular.
Las empresas del sector están poniendo en marcha soluciones para el manejo de residuos generados en la fabricación del café y mejoras en el diseño de empaques. Simultáneamente, están llevando a cabo iniciativas en los países productores en materia de buenas prácticas agrícolas.
Se están también dando pasos significativos a nivel internacional para una gestión más eficiente con la formación del Centro para la Economía Circular en el Café (C4CEC) que trabaja para transformar la cadena de valor del café a través de la economía circular y mitigar así el impacto ambiental de la industria. Desde el mismo se está promoviendo también la transformación de residuos del café en productos como fertilizantes, ingredientes para la industria cosmética y la panadería, entre otros.
La perspectiva es clara, el sector cafetero está comprometido a afrontar los desafíos de nuestro tiempo y tiene la determinación de hacerlo a través de medios que beneficien tanto al ambiente como la economía a largo plazo.