Las autoridades brasileñas han finalizado con éxito la limpieza y desinfección de una granja comercial en el municipio de Montenegro, en el estado de Rio Grande do Sul, que fue afectada por un brote de gripe aviar detectado hace una semana. Este proceso es crucial para asegurar la sanidad en la región y para manejar la situación con la mayor eficacia posible.
Medidas de bioseguridad en marcha
El Ministerio de Agricultura ha declarado que, si no se registran nuevos casos en un plazo de 28 días, Brasil podrá declararse libre del virus en esa zona. Este tiempo, conocido como ‘vacío sanitario’, es fundamental para garantizar la contención del virus. El secretario de Defensa Agropecuaria, Carlos Goulart, ha enfatizado: “Este período es esencial para demostrar, de forma técnica y transparente, la contención del virus. Al cumplir este plazo sin nuevas incidencias, Brasil fortalecerá la credibilidad de su sistema sanitario y avanzará hacia la reapertura de mercados.”
Durante el proceso que comenzó el 16 de mayo y concluyó este miércoles, todo el material de riesgo fue tratado adecuadamente y destruido bajo la supervisión del servicio veterinario oficial. Estas acciones son vitales para prevenir la propagación y asegurar la salud avícola en el país.
Estrategias de control en la región
En un entorno delicado como el que se vive en este momento, el Ministerio de Agricultura ha establecido un sistema de control en la zona afectada. Un total de siete puntos estratégicos han sido ubicados, uno de los cuales es un bloqueo total, mientras que los otros seis actúan como barreras de contención y desinfección.
Dos de estas barreras están específicamente situadas en los puntos de acceso al foco del brote, dentro de un radio de tres kilómetros. Otras cuatro se encuentran en las zonas de vigilancia, enfocadas en higienizar los vehículos que salen de la región. Es un esfuerzo coordinado que busca mitigar cualquier riesgo de contagio a otras áreas.
Impacto global del brote de gripe aviar
El impacto de este brote no se ha limitado a Brasil. A nivel internacional, 46 países, entre ellos China, Argentina, Chile, México y países de la Unión Europea, han suspendido las importaciones de pollo provenientes de cualquier región brasileña. En total, son 63 las naciones que han anunciado restricciones para la compra de pollo brasileño, un claro indicador del alcance y la seriedad de la situación.
Además, es importante destacar que Brasil es el mayor exportador de carne de pollo del mundo, con un embarque que alcanzó las 5,16 millones de toneladas de este producto en 2024. Esta situación puede tener profundas repercusiones en la economía agrícola del país y en sus relaciones comerciales internacionales.
La responsabilidad de la bioseguridad
La implementación de medidas de bioseguridad no es solo responsabilidad del gobierno, sino también de los productores y propietarios de granjas. Es esencial que todos compartan la carga de asegurar prácticas responsables que ayuden a prevenir brotes futuros. Los estudios indican que la educación y la formación continua en prácticas de manejo son clave para evitar la propagación de enfermedades en el ganado.
Es fundamental que los agricultores estén preparados ante cualquier eventualidad y que la comunidad avícola colabore de manera activa. Acoger las recomendaciones dadas por el ministerio y trabajar en conjunto puede marcar la diferencia en el futuro de la avicultura en Brasil.
En medio de la incertidumbre que genera el brote de gripe aviar, la pregunta que queda en el aire es: ¿cómo se pueden fortalecer los protocolos de bioseguridad de manera integral para proteger a la industria y, al mismo tiempo, garantizar el bienestar animal y la seguridad alimentaria? La respuesta puede ser determinante para el éxito y la sostenibilidad del sector agrícola en el país.








