El Día Mundial del Cacao, celebrado el pasado domingo, llega con un sabor más amargo de lo habitual. El cambio climático, junto con las enfermedades que afectan a las plantaciones de cacao, han provocado una disminución de la producción que ha disparado el precio del cacao a cotas récord, alimentando además la especulación debido a la disminución de la oferta.
El pasado 19 de abril, los precios futuros en los mercados de origen alcanzaron máximos históricos de alrededor de 11.682 euros por tonelada en Londres y unos 11.041 euros por tonelada en Nueva York, según datos de la Organización Internacional del Cacao (ICCO). A pesar de la disminución de precios a finales de mes en ambas bolsas, la tendencia alcista parece que va a continuar.
Las alteraciones climáticas, la deforestación y las enfermedades de los árboles de cacao han sido las principales causas de la caída de la producción de cacao y del aumento de su precio debido a una menor oferta. Esta situación ha tenido como una de sus primeras consecuencias el encarecimiento del chocolate, un 9,2 % el pasado mayo en comparación con el mismo mes del año anterior, según el Índice de Precios al Consumo (IPC).
La producción mundial de cacao disminuirá a final de la campaña un 11,7 % en comparación con la anterior, hasta quedar en 4,5 millones de toneladas, de acuerdo a las previsiones de la ICCO. Esta situación proyecta un déficit entre la producción en origen y la demanda industrial de 439.000 toneladas.
La escasez de suministros ha provocado lo que algunos analistas denominan «compras de pánico en la industria del chocolate». Los fabricantes de chocolate están comprando todo lo que pueden antes de que se produzca una mayor escasez de suministros.
El presidente de la ICCO, Rafael Soriano, ha hecho hincapié en que el objetivo principal de la ICCO es el aumento de la retribución a los cacaocultores y ha expresado que el aumento de precios «es una oportunidad», a la que se deben unir otros factores como «una mayor formación e inversión, así como políticas de añadir valor a las cadenas de transformación».
Sin embargo, no todos los productores se benefician de los altos precios internacionales, tal como ha apuntado Álvaro Goicoechea, director del sello de comercio justo Fairtrade Ibérica. «Estos ciclos de subidas y bajadas de precios en los mercados no son sostenibles para los productores, porque no permite la estabilidad de los ingresos para vivir decentemente, ni para invertir en una producción sostenible», ha indicado Goicoechea.
El cacao continúa siendo el producto con mayor penetración en el comercio justo en España y en 2023 representó el 71 % del total de las ventas de Fairtrade (103 millones de euros). Desde Fairtrade se busca permitir a los agricultores mantener un cultivo de cacao en condiciones «justas y sostenibles». De cara al futuro, se busca dar un paso más y trabajar para que la subida de precios en las bolsas internacionales se traduzca en unos ingresos dignos para los agricultores.