El reciente auge del buen tiempo ha posicionado a las terrazas como un recurso valioso para los negocios hosteleros, observando un incremento en su afluencia. Sin embargo, emerge un debate: la iniciativa de transformar estas terrazas en áreas libres de humo. La hostelería se opone vehementemente a este cambio, solicitando evitar la provisión de nuevos conflictos.
Es un hecho incontestable que España es un país de bares, con cinco restaurantes o bares por cada mil habitantes. Muchos de estos establecimientos cuentan con terrazas, cuya popularidad se dispara con la llegada del buen tiempo. De hecho, las últimas cifras de The Fork, una plataforma de reservas online, muestran que el consumo en estas terrazas es una tendencia. Se ha producido un aumento del 41% en la búsqueda de restaurantes con terraza en comparación con 2019 y un 4% respecto a 2023.
Los cambios legislativos de los últimos años han requerido una adaptación por parte de estos espacios en los que la hostelería genera ingresos ocupando parte del espacio público. Esta adaptación se hizo especialmente palpable durante las restricciones sanitarias derivadas de la COVID-19, que permitieron el aumento de dimensiones de las terrazas en algunos casos para minimizar el riesgo de contagio.
El presente año ha evidenciado una relajación de esta medida, implicando que los hosteleros debieron recurrir a alternativas como la eliminación de terrazas situadas en plazas de aparcamiento, entre otras. Asume protagonismo ahora el tema del humo del tabaco, debido a la activación del Plan Integral del Tabaco, una propuesta del Ministerio de Sanidad. Entre las medidas propuestas se encuentra la prohibición de fumar y vapear en «determinados espacios comunitarios y sociales al aire libre», afectando directamente a las terrazas de los bares.
El sector de la hostelería ha expresado su total rechazo a esta propuesta, mientras que las organizaciones antitabaco la acogen favorablemente. La propuesta de regular el uso del tabaco en estas zonas al aire libre ha causado debate, y los hosteleros argumentan que generará conflictos inexistentes hasta ahora. Aunque parezca evidente, es importante recalcar que las terrazas de los bares son un elemento central en este debate.
Uno de los argumentos principales en contra de la propuesta radica en la inminente obligación de los camareros a «ejercer de policías», controlando el cumplimiento de la ley en las terrazas. Sin embargo, existen alternativas como el uso de códigos QR para notificar las restricciones, similares a los implementados durante la pandemia.
A pesar de las políticas y medidas propuestas, el interés de los españoles en disfrutar de las terrazas persiste. Desde un punto de vista económico y social, las terrazas promueven una dinámica en los espacios urbanos además de revitalizar los barrios, constituyendo un aspecto fundamental en la gastronomía y la vida cotidiana española.