En un reciente evento de Cajamar Caja Rural en Sevilla, Carmen Crespo, la dinámica Consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía, no dudó en hacer hincapié en la imperante necesidad de que la Comisión Europea apuntale el respaldo hacia la Organización Común de Mercados Agrícolas (OCM) en el sector agrario. La competencia feroz y los intereses de los productores andaluces están en juego, y Carmen Crespo es la abanderada que lidera la batalla.
La consejera señaló con determinación que el futuro de la agricultura y ganadería andaluzas depende intrínsecamente de su competitividad y rentabilidad. Los jóvenes, la sangre fresca del sector, solo se sentirán atraídos hacia estos campos si son lo suficientemente lucrativos. Esto, a su vez, es fundamental para el tan necesario relevo generacional que garantizará la continuidad de estos sectores vitales.
No menos importante es la petición de Crespo al Gobierno español para que utilice su influencia en la presidencia del Consejo de la Unión Europea, a fin de lograr la aprobación de cláusulas espejo en acuerdos comerciales con terceros países. Es imperativo, según Crespo, que se implemente el principio de preferencia comunitaria, uno de los pilares sobre los que se construyó la Unión Europea.
Por si fuera poco, la consejera puso el dedo en la llaga en lo que respecta a la sequía estructural que asuela Andalucía. Claramente, el cambio climático es un gran contribuyente a esta crisis. Sin embargo, Crespo arrojó luz sobre cómo los agricultores y ganaderos son un pilar clave en la lucha contra este mal. Las fuentes hídricas no deben ser ignoradas y deben ser aprovechadas al máximo, ya sea mediante transferencias, trasvases, aguas regeneradas o desaladas. En este frente, Andalucía ha progresado en eficiencia energética y en el uso del agua en la irrigación, gracias en parte a la colaboración público-privada.
Finalmente, Crespo no dejó piedra sin remover al elogiar la sostenibilidad social, laboral, medioambiental y en materia de ahorro de agua de los sectores agrícola y ganadero andaluces, afirmando que son un modelo a seguir a nivel mundial. Los agricultores y ganaderos de Andalucía merecen un aplauso por enriquecer los paladares y promover la salud a través de sus productos en mercados internacionales.
