El escenario es el Congreso de los Diputados, donde se celebran unas jornadas protagonizadas por la ONGD Cives Mundi. El objetivo claro: solicitar al Parlamento que tome medidas concretas que respondan a las necesidades exclusivas de las zonas rurales a la hora de legislar, una visión que han denominado con el término «rural proofing».
Cives Mundi defiende un enfoque regular y exhaustivo de supervisión permanente que tenga en consideración el entorno rural, de tal manera que la legislación vigente se ajuste y evolucione en base a las necesidades particulares de estos lugares. Aseguran que es fundamental que las normativas que se aprueben sean catalizadoras del desarrollo y la repoblación de estas regiones.
El «rural proofing» es un concepto que surgió en Irlanda durante un congreso sobre desarrollo sostenible y que ha sido adoptado por la Unión Europea, quien insta a crear procedimientos de revisión legislativa que tengan en cuenta este enfoque.
La organización mantiene que es incoherente que establecimientos de pequeños pueblos, como un bar en Soria con 100 habitantes, se encuentren regidos por la misma normativa que uno situado en la Castellana de Madrid. Con el mismo argumento, denuncian que es ilógico que la normativa de vivienda en un pueblo casi abandonado coincide prácticamente con la de una gran ciudad.
Joaquín Alcalde, director de Cives Mundi, concluye que España es uno de los países europeos con un cuerpo normativo extenso y muchas de esas leyes, llegado a este punto, están anticuadas, por lo que sería pertinente evaluarlas y ajustarlas a las singularidades del mundo rural.
Es un cambio de enfoque que requeriría un profundo análisis de las leyes existentes y una adaptación de las normativas que permita a los pequeños municipios prosperar, sin verse limitados por una legislación no adecuada a su realidad. Un gesto de equidad con el que la ONGD busca poner al Parlamento «las gafas de lo rural» en su trabajo legislativo.