A medida que la influencia de las redes sociales prospera, hay una creciente preocupación sobre el crecimiento de las intoxicaciones alimentarias en España, especialmente en periodos de altas temperaturas. Los patógenos causantes de intoxicaciones se multiplican a pasos agigantados en el calor, un factor que se ha exacerbado con el cambio climático.
El informe más reciente de la Universidad de Barcelona destaca un considerable aumento en los casos de intoxicaciones desde 2021. Pasando de algo menos de 400 a más de 600 brotes anuales. José Juan Rodríguez, catedrático de Seguridad Alimentaria, indicó que las temperaturas extremas, una de las manifestaciones obvias del cambio climático, son en parte responsables de este inquietante incremento.
La ignorancia sobre el tratamiento adecuado de alimentos en altas temperaturas también juega un papel clave en estos brotes de intoxicación. Según el jefe de distrito de Salud Pública de Castilla-La Mancha y profesor de la Universidad Juan Carlos I, Isidro Mirón, gran parte de las intoxicaciones ocurren en entornos domésticos. Los bulos y sugerencias irresponsables en las redes sociales y sitios de internet parecen jugar un papel importante en la propagación de prácticas de manipulación de alimentos que crean un riesgo.
Desafortunadamente, el aumento de la comercialización de ciertos alimentos como la leche cruda ha contribuido a este problema, dado que gran cantidad de la población considera erróneamente que dicho producto es seguro.
Un error bastante común es el lavado de carnes, como el pollo, antes de su cocción. Esta práctica, en lugar de reducir el riesgo, aumenta la probabilidad de contaminación al propagar bacterias en la cocina.
La falta de higiene a la hora de manipular alimentos es otro factor a tener en cuenta, pues transfiere gérmenes a los alimentos. La limpieza de manos y alimentos frescos, como frutas y verduras, es crucial para evitar brotes. En el caso de las verduras y frutas, sumergirlas en agua durante cinco minutos con la cantidad necesaria de lejía alimentaria puede garantizar su seguridad.
La interruptus en la cadena del frío en los alimentos también supone un riego considerable, especialmente en la propagación de listeria, causante de intoxicaciones violentas. Un alimento cocinado no debería quedarse a temperatura ambiente más de 15 minutos cuando la temperatura sobrepasa los 30 grados.
Con todo esto, los expertos instan a la población a estar alerta sobre prácticas habituales que puedan aumentar el riesgo de intoxicación, incluyendo el tratamiento de víveres, mantener limpios los frigoríficos y congeladores en las temperaturas adecuadas y asegurarse de descongelar adecuadamente los alimentos.