El descontento del sector agrario español es indiscutible: los agricultores y ganaderos de todo el país están alzando su voz para exigir un cambio en las políticas que les afectan. Después de largos días de protestas, se espera una gran concentración de productores en Madrid este fin de semana.
El movimiento de protesta no ha surgido de la nada; por el contrario, ha sido impulsado por la creciente crisis que golpea a los agricultores y ganaderos individuales, muchos de los cuales han recurrido a las redes sociales para organizar la resistencia. Grupos de productores, como la Plataforma 6F, han sido formados y han mostrado una presencia marcadamente activa en las protestas.
Por otro lado, organizaciones agrarias consolidadas como la Asaja, COAG y UPA, han mantenido su propio calendario de movilización, expresando su respeto a los manifestantes individuales y asegurando que la lucha por los derechos de los agricultores y ganaderos es una causa común.
El detonante de las protestas, según los manifestantes, es la creciente presión que soportan tanto los pequeños agricultores como los ganaderos, especialmente debido al alza en los costes de producción y a las mayores exigencias ambientales de la Unión Europea. Además, critican vehementemente la aumentación de la burocracia y las importaciones agrícolas que no cumplen con los requisitos de producción europeos.
Entre las demandas concretas de las organizaciones agrarias se encuentran el apoyo al modelo de agricultura familiar, la flexibilización de la Política Agraria Común de la UE y la búsqueda de una mayor simplificación de los trámites administrativos. También exigen cambios en la ley de la cadena alimentaria para reducir los desequilibrios en lo que respecta a la fijación de precios.
Para calmar los ánimos de los agricultores, tanto la Unión Europea como el Gobierno español han respondido a las protestas. La Comisión Europea anunció que retirará la propuesta de ley que contemplaba reducir el uso de pesticidas a la mitad para 2030, una medida muy criticada por el sector agrario.
En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió fortalecer la ley de la cadena, simplificar la PAC y facilitar la adaptación a la normativa europea.
Pese a todo, las protestas continúan tanto en España como en otras partes de Europa, poniendo de manifiesto el profundo malestar que impera en el sector primario. Los agricultores y ganaderos españoles se sienten marginados y exigen ser escuchados.
