El liderazgo español en la industria atunera: la lucha contra las corrientes mundiales
España se distingue como líder europeo en la pesca del atún y alcanza la segunda posición a nivel mundial en la fabricación de sus conservas. Las empresas armadoras españolas, que faenan en los principales océanos y exportan a todo el mundo, enfrentan una fuerte competencia, especialmente desde Asia.
La importancia estratégica del atún en el mundo pesquero radica en que genera un 20% del valor de la pesca mundial. En este escenario, España se ubica como segundo fabricante de conservas de atún a nivel global, solo superada por Tailandia. En la exportación general de atún, mantiene un apretado pulso por el segundo lugar con Ecuador, país donde también hay una fuerte presencia de capital español.
Al analizar el sector de la pesca del atún en España merece destacar que su flota es la más importante de Europa y se distribuye en la captura de diferentes especies: el codiciado atún rojo, originario del Mediterráneo y el Atlántico oriental, cuya venta es principalmente en fresco; el bonito del norte, y los atunes tropicales como el rabil, patudo o listado, destinados a las conserveras.
La competencia intensa en la pesca del atún a nivel mundial
Sin lugar a dudas, el negocio atunero se desenvuelve en un mercado competitivo e intensamente disputado, sobre todo con la creciente presencia de flotas de Asia. Estos competidores operan en condiciones laborales y ambientales desiguales en comparación con las normas que rigen en la Unión Europea. Lo más preocupante es que, pese a dicha desigualdad, sus conservas llegan a los estantes de los supermercados europeos, incluyendo España.
El papel de las armadoras españolas frente a la competencia global
Compitiendo en este «mercado sin ley», como lo define Alfonso Beitia, consejero delegado de Albacora, las armadoras españolas han demostrado su resiliencia y capacidad para mantenerse a flote. Empresas como Albacora, con 17 atuneros que operan en los tres principales océanos, y Nauterra (responsable de las marcas Calvo, Nostromo y Gomes da Costa), con diez barcos atuneros, han demostrado una enorme capacidad para generar empleo y exportar a múltiples mercados globales.
De la misma manera, las empresas conserveras que cuentan con flota propia o asociada, como Jealsa, han conseguido un papel destacado en la industria gracias a una combinación estratégica de producción y procesamiento.
Pese a la fuerte competencia y las corrientes adversas que supone el mercado global, las armadoras y conserveras españolas siguen siendo el ejemplo de cómo la tenacidad, la innovación y la gestión son las claves para mantenerse a la vanguardia en la industria atunera global.
