En medio de las negociaciones entre las organizaciones agrícolas y el gobierno, los tractores han vuelto a recorrer los pavimentos de Valencia, Murcia, Mérida y Pamplona decidiendo actuar al margen de las conversaciones. Complementariamente, la Unió de Pagesos continúa interrumpiendo caminos en Cataluña, llegando incluso a la frontera con Francia.
El desenlace de estas acciones sigue pendiente mientras prosiguen las negociaciones. A lo largo del jueves y viernes pasados, varios grupos técnicos de Asaja, COAG, UPA y el Gobierno han estado enzarzados en conversaciones. Se espera con ansias la reunión del martes con Luis Planas, el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En Cataluña, la expectativa está sobre David Mascort, conseller de Acció Climàtica, Agenda Rural y Alimentación. Los agricultores llevan más de tres semanas protestando y exigen que Mascort llegue a la reunión con un plan efectivo para terminar con el bloqueo. Por su parte, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha manifestado su descontento con los agricultores que bloquean los accesos a las ciudades durante sus protestas, y ha pedido al gobierno que tome medidas efectivas para poner fin a estos bloqueos.
Por ejemplo, en Valencia, a lo largo del jueves, los tractores y otros vehículos llevaron a numerosas retenciones en la ciudad. Simultáneamente, en Mérida, cientos de agricultores y ganaderos se manifestaron pacíficamente en el centro de la ciudad, concentrándose en la Plaza de España para iniciar una marcha a pie hasta la Consejería de Agricultura.
Mientras tanto, en Pamplona se espera que aproximadamente 180 o 200 vehículos ingresen al centro de la ciudad durante el día. Adicionalmente, en Murcia se experimentó una situación similar cuando el acceso al Valle de Escombreras fue bloqueado por tractores, dejando a varios camiones sin posibilidad de salida desde Exolum, antigua CLH, después de repostar sus cisternas de carburante.
La situación se desarrolla en medio de súplicas de los agricultores pidiendo cambios significativos para el sector agrícola. Para ellos, ha llegado el momento en que se requiere menos política y más soluciones reales para el campo.








