Los desafíos fundamentales de la próxima Comisión Europea
La próxima Comisión Europea, que estará liderada por Ursula von der Leyen hasta 2029, se enfrenta a grandes desafíos, entre los que destacan mejorar la competitividad de la Unión Europea frente a los gigantes económicos como China y Estados Unidos, ganar más relevancia geopolítica y reforzar su defensa, todo esto sin desatender el ascenso de la extrema derecha dentro de sus propias fronteras.
El primer mandato de Von der Leyen, que abarcó desde 2019 hasta 2025, tuvo que abordar lo que se pudo considerar una tormenta perfecta: la pandemia del covid-19 y la invasión ilegal de Ucrania. A pesar de estas crisis, Los Veintisiete lograron superar estas adversidades de manera unida y lograron grandes avances gracias a los fondos europeos Next Generation, reduciendo drásticamente su dependencia del gas ruso e, incluso, lograron alcanzar un histórico pacto sobre migración y asilo.
Uno de sus desafíos más notables será impulsar la competitividad frente a las políticas industriales cada vez más agresivas de los gigantes económicos antes mencionados. Para lograrlo, Bruselas buscará aumentar la financiación privada, para así avanzar en la integración de unos mercados de capitales europeos que, hasta el momento, muestran grandes divertencias entre países.
Además, otro de los retos del segundo mandato de Ursula von der Leyen será impulsar la digitalización para reducir la brecha con Estados Unidos y China. Para ello, será esencial la aplicación de las grandes leyes tecnológicas aprobadas en la anterior legislatura -la de inteligencia artificial y las de servicios y mercados digitales-, en un contexto en el que la presión sobre las tecnológicas está aumentando tanto en Estados Unidos como en la UE.
En el plano geopolítico, la UE buscará ganar relevancia en un mundo marcado por conflictos como los de Ucrania y Gaza. Esto implicará el desafío de mantener el respaldo militar a Ucrania, potenciar la industria comunitaria de defensa, y notables innovaciones como la creación de «un mercado único de defensa».
Por último, la UE se enfrenta al reto de la expansión de la ultraderecha en su territorio. Esta realidad obliga a la Unión a tomar medidas para garantizar que este fenómeno no suponga un bloqueo institucional. Para ello, serán cruciales las elecciones federales alemanas de octubre de 2025 y las presidenciales francesas de 2027. Resta ver cómo la UE gestionará estos y otros desafíos en los próximos años.








