El turismo alrededor del aceite de oliva, o oleoturismo, se está llevando cada vez más a la práctica en España, gracias principalmente a su oferta de actividades que combinan la producción de este «oro líquido» con actividades turísticas diversas.
Este fenómeno se discutió en un encuentro sobre las posibilidades del oleoturismo llevado a cabo durante los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en la ciudad de Baeza. La charla destacó el potencial que tiene este tipo de turismo para fortalecer la economía y para la generación de empleo.
El país ibérico cuenta con 1.832 almazaras, es decir, lugares donde se extrae el aceite, y más de 2,7 millones de hectáreas de olivar, reafirmando a España como el mayor productor de aceite de oliva del mundo. Según uno de los codirectores del curso en la UNIA, Juan Ignacio Pulido, la asociación entre turismo y producción de aceite «resulta en una simbiosis que potencia la riqueza del país».
De hecho, el oleoturismo ha mostrado un impacto especialmente positivo en ámbitos sociales, económicos y medioambientales. No solo proporciona una fuente de ingresos extra a los productores de aceite, sino que también ofrece una experiencia gastronómica única y permite a los visitantes conocer de primera mano cómo se produce uno de los principales productos agrícolas del país.
Jaén, la provincia con mayor producción de aceite en España, es la que más se ha beneficiado de éste. Desde restaurantes ubicados al pie de los olivares hasta sesiones de cata y visitas a bodegas, los atractivos del oleoturismo son variados y atractivos.
Por otro lado, el programa ‘OleoturJaén’, impulsado por la Diputación de Jaén, busca promover aún más esta modalidad turística. Mercedes Barranco, encargada de coordinar esta iniciativa, menciona cómo este programa busca mejorar la sostenibilidad de la industria del aceite de oliva en toda la provincia.
La oferta se enriquece constantemente, como demuestra el caso del restaurante Aureum, el primero en el país instalado dentro de una almazara. Según su gerente, José Antonio Simón, ofrece una experiencia gastronómica única, marcada por la relación entre la tradición culinaria y la innovación.
Esta oleada de turismo demuestra cómo aspectos tradicionales de la cultura española, como la producción de aceite de oliva, pueden convertirse en oportunidades de negocio y en formas innovadoras de atraer visitantes a diferentes regiones del país.