Los ministros y responsables de Agricultura de los nueve países mediterráneos de la Unión Europea se han congregado esta semana en Chipre para conversar sobre las amenazas actuales que la sequía representa para la industria agrícola. Durante esta reunión, se realizó un llamamiento para un «enfoque integrado» a fin de asegurar la disponibilidad de agua para el sector agrícola europeo.
Los países implicados exigen una «flexibilidad y simplificación del marco financiero de la PAC (Política Agrícola Común) específicamente en cuanto a la gestión del agua. Este llamamiento incluye la petición de subvenciones para las inversiones en sistemas de riego, así como el implementar herramientas de adaptación y mitigación frente a la escasez de agua y sequías en el contexto de la PAC.
Los representantes de estos nueve países, incluyendo España, también han instado a fomentar la investigación aplicada para contribuir a una gestión sostenible del agua. Esto significa promover el uso de tecnologías disponibles y técnicas de mejoramiento vegetal para obtener variedades de cultivos mejor adaptadas a la escasez de agua.
Luis Planas, el Ministro español de Agricultura y Pesca, subrayó la importancia de modernizar los sistemas de riego y mejorar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura durante su intervención en la reunión.
Para respaldar su argumento, Planas recordó que España está llevando a cabo un plan de modernización ambicioso de sus sistemas de riego. Este plan se centra en el uso eficiente del agua, el ahorro energético, y el aprovechamiento de aguas no convencionales, movilizando inversiones por más de 2.400 millones de euros entre 2022 y 2027.
Además de las medidas propuestas, los nueve países se comprometieron a aplicar prácticas sostenibles en la gestión de agua para agricultura y adoptar técnicas avanzadas de riego y prácticas agrícolas que ahorren agua, como la implementación de cultivos y variedades vegetales resistentes a la sequía.
Finalmente, también prometieron reforzar la cooperación entre los países del grupo MED 9 y con los demás países mediterráneos, cuyo sector agrícola también se enfrenta a la sequía y la escasez de agua. Esta cooperación incluye la promoción de la innovación y la digitalización en la producción agroalimentaria y el uso eficiente del agua como una herramienta para adaptar la agricultura al cambio climático. También se comprometieron a apoyar campañas de concienciación ciudadana para promover una cultura de ahorro de agua entre los agricultores.