La situación de la ganadería en España ha tomado un despunte en los medios de comunicación durante la semana actual. Los avances y desafíos a los cuales se enfrentan estos sectores rurales, como también la mar de protestas del sector primario y la necesidad de atención a la acuicultura española. Este escenario fue dibujado con un sombreado con puntillas sobre los precios de los alimentos y especialmente el aceite de oliva.
Uno de los acontecimientos más destacables en el sector ganadero fue el acuerdo firmado por el sector del ovino, porcino y vacuno de carne con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Un convenio que se mantendrá este año y el próximo con un presupuesto global de 624.000 euros. El ministro Luis Planas destacó la calidad de los alimentos de España y enfatizó la necesidad de que la cabaña ganadera mantenga su estatus sanitario para poder abrirse a los mercados internacionales.
Las acciones promocionales se llevarán a cabo en distintas ferias, como la SIAL de Shanghai, reiterando que el país asiático sigue siendo uno de los destinos de interés para los diferentes sectores ganaderos.
En paralelo, Toledo fue el escenario de un foro de diálogo acerca de la ganadería extensiva, un espacio para analizar y discutir las oportunidades que el futuro puede ofrecer para enfrentar desafíos, desde el cambio climático hasta la sanidad de la cabaña ganadera.
A poco del 3 de junio, se han convocado nuevas protestas, esta vez por parte de los sindicatos agrarios de distintas autonomías junto con el Movimiento Independiente Francés, demandando la eliminación de los impuestos a la energía para el sector y una mayor seguridad alimentaria de los productos de países terceros.
Por otra parte, el sector de la acuicultura ha solicitado más ayudas para invertir en la producción y el consumo de pescado, remarcando la necesidad de reducir tiempos para obtener concesiones y evitar la competencia desleal de las importaciones de fuera de la Unión Europea.
La semana también dejó a la luz el IPC y la cesta de la compra de abril, destacándose que los alimentos se encarecieron un 4,7% en un año, con los aceites y grasas liderando las subidas al 49% y las frutas frescas al 17%. La producción de aceite de oliva superó las 850.000 toneladas esta campaña, desatando una serie de análisis en una reunión de la mesa sectorial de aceite de oliva y aceituna de mesa.
Son tiempos cambiantes para la industria agroalimentaria, con nuevas oportunidades y desafíos en cada paso. Resiliencia, enfoque y apoyo son elementos clave para continuar avanzando en esta economía trascendental para España.