Este domingo se conmemora el Día Mundial del Sándwich, una delicia que ha logrado hacerse un hueco especial en la dieta de muchos españoles. Ya sea en celebraciones o como un plato sencillo para cualquier ocasión, el sándwich se ha transformado en un elemento clave de la oferta gastronómica de numerosas cadenas y establecimientos, como Rodilla, que lo han convertido en el núcleo de su negocio.
La historia del emparedado
La fascinante historia del sándwich se remonta al siglo XVIII, cuando vivió John Montagu, cuarto conde de Sandwich. Este personaje histórico, que fue un político influyente y se destacó en la Marina Real Británica, es famoso por haber creado este invento culinario que combina alimentos entre dos rebanadas de pan. La anécdota narra que en 1762, durante una larga jornada de juegos, Montagu solicitó simplemente carne entre pan en lugar de dejar la mesa, lo que popularizó la costumbre de comer en ese formato.
Este suceso tuvo lugar en un exclusivo club de juego al que solo podían asistir 25 hombres, incluido el Príncipe de Gales. Las circunstancias que rodean el origen del sándwich destacan cómo un momento de necesidad llevó al desarrollo de un alimento que hoy en día es universalmente apreciado.
¿Qué es el «sándwich»?
Según la Real Academia Española, el término «sándwich» se refiere a un conjunto de dos o más rebanadas de pan, entre las que se colocan variados ingredientes. A lo largo de los años, esta preparación ha evolucionado, y mientras en el ámbito hispánico la forma más común es «sándwich», en diversas zonas de América Latina se utilizan las adaptaciones «sánduche», «sanduche», «sánguche» o «sanguche».
Este amplio uso local refleja la versatilidad del sándwich, que puede ir desde una receta sencilla a una opción más elaborada, dependiendo de la creatividad y preferencias de quienes lo preparan.
Un plato de la infancia, para siempre
Como ha comentado el portavoz de Rodilla, Iván Pulido, el sándwich «nos ha acompañado desde la infancia», convirtiéndose en un alimento familiar que evoca recuerdos entrañables. Este plato, accesible y fácil de preparar, es ideal tanto para ocasiones festivas como para comidas más informales. Es un alimento que ha dejado huella a lo largo de varias generaciones.
Las combinaciones para sándwiches son prácticamente infinitas. Desde el clásico sándwich de jamón y queso hasta opciones más sofisticadas, como el «bikini de prosciutto», presente en algunos restaurantes destacados. La popularidad del sándwich de ensaladilla se mantiene firme, pero los españoles están abiertos a innovar.
Variedades que conquistan el paladar
El universo de los sándwiches no tiene límites, y cada cultura ha añadido su toque personal a esta simple pero magnífica invención. En España, encontramos variedades como el sándwich mixto, el cubano o el club, que son apreciados por su mezcla de sabores y texturas. La creatividad culinaria ha llevado a que muchos restaurantes busquen ofrecer opciones únicas, incorporando ingredientes frescos y de alta calidad.
En el último año, distintivos locales han comenzado a incluir los «bikinis» en sus menús, mostrando que el sándwich se sigue reinventando. Algunos lugares de renombre, según guías gastronómicas, están logrando elevaciones inesperadas de este clásico, incorporando ingredientes gourmet que los hacen destacar en el competitivo mundo de la gastronomía.
Así, el sándwich no solo se ha consolidado como una opción alimenticia, sino que también ha construido una rica historia que resuena con la evolución de la cocina a lo largo del tiempo. Detrás de cada bocado hay relatos de tradición e innovación que invitan a los amantes de la gastronomía a seguir explorando todos sus matices y formas de preparación. En cada esquina, un nuevo sándwich puede estar esperando a ser descubierto, y eso es lo que lo convierte en un alimento tan perdurable y querido.








