El auge del turismo rural en primavera está estrechamente vinculado con el fenómeno de la floración, que trae consigo un espectáculo natural fascinante. En los últimos años, el interés por esta experiencia ha crecido notablemente. Durante 2024, aproximadamente 60.000 personas visitaron Cieza, una de las localidades más destacadas en este contexto, donde se celebran actividades relacionadas como rutas y conciertos en armonía con la floración.
Impacto del cambio climático en la floración
El cambio climático ha provocado cambios significativos en los ciclos de floración de diversas especies. Estos retrasos y adelantos han repercutido en el turismo rural, que se ha convertido en un atractivo de primer orden tanto para los viajeros nacionales como para los internacionales. Antonio Santos, coordinador de España Floración, indica que su página web está recibiendo alrededor de 35.000 visitas al mes de personas en busca de información sobre estos fenómenos en toda España.
En este sentido, los campos de melocotón de Cieza, en Murcia, han captado la atención de operadores turísticos internacionales, como Kuoni Tumlare, que buscan llevar a sus clientes a disfrutar de este esplendor natural. Este tipo de turismo no solo beneficia a los viajeros, sino que también genera oportunidades para las comunidades locales que se benefician de una economía en crecimiento.
Colaboración entre sector público y privado
Para maximizar el potencial de este atractivo turístico, tanto administraciones públicas como empresas privadas están colaborando activos. El Ayuntamiento de Cieza, por ejemplo, ha comenzado a programar una serie de actividades que incluyen rutas turísticas y eventos gastronómicos. Además, los establecimientos de hostelería han lanzado "menús de floración", contribuyendo a la creación de empleos y a la dinamización de la economía rural.
Este fenómeno no solo atrae a turistas a la zona, sino que también sostiene una cultura gastronómica rica y variada, donde productos locales se convierten en protagonistas del servicio. Santos señala que todas estas iniciativas no solo representan desarrollo económico, sino que también fomentan un sentido de comunidad y pertenencia en estas áreas rurales.
Las estaciones de floración y sus colores
El melocotón, el almendro y el cerezo son solo algunas de las variedades que comienzan su floración en marzo, marcando el camino hacia la primavera. Artesanos de la naturaleza, como el azahar en Córdoba y el blanco endrino del pacharán en Navarra, también comienzan a mostrar sus espléndidos colores. En lugares como Mula (Murcia) y Tenerife (Canarias), ya se han visto los primeros signos de estas flores, creando paisajes que capturan la atención de quienes desean experimentar la naturaleza en su apogeo.
Además, para el mes de abril, el ciruelo florecerá en Nalda (La Rioja) y se anticipa un mar de amapolas en Zamora, sumando aún más belleza a la paleta de esta temporada.
El rendimiento del turismo rural en números
La Asociación Española de Turismo Rural (Asetur) ha señalado que la ocupación media nacional para marzo se encuentra en torno al 25%, aunque se prevé que esta cifra aumente con la proximidad de la Semana Santa, una época fundamental para el turismo. La floración actúa como un catalizador, transformando este periodo de baja ocupación en una experiencia vibrante que puede alcanzar hasta un 50% de ocupación en algunas provincias.
Por su parte, Espacadarural.com estimó la ocupación media para los fines de semana de marzo en un 26%, siendo Córdoba, Navarra y Murcia algunas de las provincias que se benefician más, con tasas de ocupación que rondan el 30%. Además, se han observado reservas significativas para Semana Santa, que ahora se sitúan alrededor del 40% a nivel nacional.
La magia de la floración
La floración no solo pinta un mapa de colores en la naturaleza; también representa una oportunidad para revitalizar el turismo y la economía de comunidades rurales. Desde portales de alquiler como Holidu, se han detectado picos de demanda para los fines de semana cercanos a la floración, y las fechas de abril se configuraron como las más solicitadas.
El entusiasmo por la llegada de esta temporada resalta la importancia de la floración dentro del ecosistema turístico de España. Con un horizonte lleno de posibilidades, sigue siendo un punto de interés que merece atención y que podría ofrecer un rayo de esperanza en tiempos cambiantes.
La interacción entre cambios climáticos y el desarrollo del turismo rural es un fenómeno complejo que merece su propio análisis. La floración, ya sea de árboles frutales o flores silvestres, es más que un evento estacional; es una celebración de la vida y el renacer del entorno natural, una oportunidad de conexión entre el hombre y la naturaleza, que invita a seguir explorando.








