El proceso que lleva a los alimentos desde el campo a nuestras mesas se ve afectado por una serie de factores que impactan en su valor. Este recorrido, que conforma la cadena alimentaria, atraviesa desde la producción hasta el consumo, añadiendo costes que incrementan el valor de los productos en un mercado donde impera la ley de oferta y demanda.
Los protestantes del campo. Durante la última semana, los agricultores y ganaderos españoles han venido manifestándose en su descontento con los precios en origen. Aseguran que estos no cubren los costes de producción. Piden una igualdad de condiciones para las importaciones provenientes de terceros países, así como un mayor apoyo para contrarrestar los efectos del cambio climático y una disminución de la burocracia.
Un recorrido por la cadena alimentaria. Desde el campo, los productos pasan a través de una fase de transformación en la industria. Posteriormente, llegan a su distribución tanto mayorista como minorista, hasta ser vendidos en los supermercados o tiendas. Finalmente son consumidos en casa o en bares y restaurantes.
Este proceso es supervisado por el Observatorio de la cadena alimentaria, una entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Entre sus representantes están varios organismos agrícolas, la patronal de la industria alimentaria y diversas asociaciones de comercio y consumidores.
El equilibrio y la transparencia. Este observatorio persigue mantener un equilibrio entre los diferentes eslabones de la cadena, promoviendo la transparencia y eficiencia en la comercialización. Sin embargo, algunos sectores han encontrado dificultades a pesar de las prohibiciones de venta a pérdida, y se siente necesidad de reforzar controles.
Los precios han subido. Durante el período de enero 2022 a diciembre 2023, los precios en origen han escalado de forma muy notoria, incluso si se descuenta la inflación derivada del incremento de costes.
Un ejemplo: Aceite y limón. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de los productos que más ha visto aumentar su valor en el último año ha sido el aceite. Esto se ha debido a factores como la disminución de la cosecha de aceite de oliva debido a la sequía. Otra gran diferencia de precio se observa en el limón, que se vendió a 0,20 euros por kilo en origen y llegó a 1,96 euros por kilo en destino, es decir, 9,8 veces más.