En una movilización sin precedentes, decenas de agricultores, principalmente de Extremadura, se plantaron frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para reclamar soluciones para el campo. Aunque las negociaciones previstas con el ministro Luis Planas tuvieron que ser aplazadas, la protesta con mayores dimensiones fue la caravana de tractores, que abordaron la A-5 en la intención de aumentar la adhesión al reclamo.
Además de los agricultores extremeños, varios profesionales de otras regiones y algunos de la comunidad de Madrid se unieron a la manifestación. Entre ellos, Cristian Rayo, un agricultor de Talarrubias (Badajoz) cuya llegada triunfal con su tractor generó entusiasmo entre los asistentes, reafirmando el apoyo a la lucha por precios justos y menos burocracia en el campo. Según Rayo, actualmente, los agricultores «rellenan más papeles que desarrollar trabajo» en sus explotaciones.
Percibiendo la necesidad de una mayor unidad, Daniel Lara de Llerena (Badajoz) encabezó la plataforma «Agricultura Viva». Lara, aunque no es un agricultor en sí, es gerente de una empresa de maquinaria agrícola y considera vital que las demandas de los productores sean escuchadas para mantener «un campo vivo».
Estas protestas reflejan la creciente frustración en la gente del campo, como señala el agricultor y ganadero Eduardo Torres, quien sostiene que estas manifestaciones «no van a parar» hasta que no se les brinde una solución a sus exigencias. Tales exigencias incluyen la implementación de políticas «verdes» menos rigurosas y tratados comerciales con terceros países más justos.
Mientras la protesta se prolongaba, los agricultores manifestantes, muchos de los cuales venían equipados con vinos, bocadillos de jamón y embutidos, seguían reuniéndose en espera de próximos acontecimientos. A medida que aguardaban, se destacó la unidad y la fuerza obtenidas al reclamar juntos, un reflejo de su descontento y su deseo de justicia en su sector. Para ellos, tanto en el fondo como en la forma, todo se soluciona con las cosas del comer. Esta demostración pone de relieve la urgencia y la seriedad de los desafíos a los que se enfrentan los agricultores en la actualidad.
