La secretaria de Estado de Comercio, Amparo López, ha resaltado la importancia de que la imagen de los alimentos y bebidas españoles debe diferenciarse de la competencia en los mercados estratégicos internacionales. Esta afirmación se produce tras la presentación de las conclusiones de los consejos asesores creados en China, Estados Unidos, Japón y Reino Unido, en el contexto del convenio de colaboración Spain Food Nation entre ICEX y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Un balance positivo de las exportaciones agroalimentarias
López ha subrayado que las exportaciones agroalimentarias superaron los 70.000 millones de euros en 2024, manteniendo un saldo comercial positivo por más de 25 años. Esto es especialmente relevante, dado el actual contexto de tensiones geopolíticas y marcos regulatorios complejos que enfrentan los negocios. Sin embargo, como séptima potencia exportadora agroalimentaria a nivel mundial y cuarta en la Unión Europea, se considera que España tiene una imagen exterior «aún difusa».
Las conclusiones de los consejos apuntan a la necesidad de crear una imagen diferenciada que permita a los productos españoles destacar en un mercado cada vez más competitivo. Esta estrategia se formaliza en un plan de internacionalización previsto para 2025, diseñado para mejorar la presencia de España en el ámbito alimentario global.
Reforzar la presencia en mercados clave
Los expertos han abogado por cultivar vínculos más sólidos con las marcas en la restauración, lo que incluye maridar los productos españoles con cocinas internacionales. Impulsar campañas promocionales, facilitar el acceso al mercado a través de distribuidores y fortalecer la comunicación en redes son pasos fundamentales para consolidar la presencia internacional de la industria alimentaria española.
La inversión de más de 21 millones de euros en la promoción internacional desde 2020 es un claro indicador de la voluntad de mejorar la visibilidad de los productos españoles. ICEX y el MAPA se preparan para la sexta edición del convenio Spain Food Nation, que verá la llegada a España de más de 30 entidades extranjeras en 2025 mediante las denominadas misiones inversas de compradores.
Perspectivas en mercados internacionales
El mercado chino, por ejemplo, a pesar de su notable desarrollo, enfrenta un momento de ralentización económica y una demanda que se considera débil, según el consejero de la oficina económica de España en Pekín, Ernesto Negredo. Los cambios regulatorios recientes están desalentando a las pequeñas y medianas empresas españolas, lo que resalta la importancia de ofrecer productos que lleguen en condiciones óptimas.
En Estados Unidos, Verónica Samper, consejera económica en Nueva York, ha resaltado la incertidumbre en el mercado estadounidense debido a las próximas elecciones presidenciales. Este mercado presenta altas barreras normativas, especialmente en el sector cárnico, así como una oferta amplia que dificulta la penetración de los productos españoles. Además, la falta de una imagen clara de lo que representan estos productos en comparación con las ofertas de Francia e Italia debe ser abordada.
Oportunidades en Japón y Reino Unido
En Japón, el consejero comercial Arturo Lanz ha destacado que los productos españoles son poco conocidos y su distribución es limitada. Sin embargo, existen fortalezas como el alto reconocimiento de calidad en certificaciones y la popularidad del aceite de oliva. Con el creciente interés por productos saludables y orgánicos, hay una ventana de oportunidad que España debería aprovechar para superar las barreras logísticas.
Por otro lado, el mercado del Reino Unido ha visto un incremento del 22 % en exportaciones agroalimentarias españolas en 2023, comparado con 2019. Este país, que se ha convertido en el mercado más importante de España fuera de la UE, ofrece la posibilidad de entrar en la gran distribución con marcas blancas y recuperar terreno después del «Brexit». También se analizan oportunidades en sectores como el vino, los quesos y las frutas y hortalizas.
La industria agroalimentaria española se enfrenta a desafíos y oportunidades en varios frentes. Con un enfoque renovado hacia la diferenciación y la promoción de productos de alta calidad, será interesante observar cómo estas estrategias evolucionan en un mercado global en constante cambio. El interés creciente por la gastronomía y productos locales invita a reflexionar sobre el importante papel que juega la cultura en la alimentación, y cómo esto puede seguir influyendo en la percepción y aceptación de los alimentos españoles en el extranjero.