Extremadura enfrenta un brote de la bacteria Xylella fastidiosa en el olivar, la vid y el almendro
La bacteria Xylella fastidiosa (Wells et al.), de conocido potencial patógeno, ha causado un brote en el término municipal de Valencia de Alcántara, en la provincia de Cáceres, Extremadura. Este brote afecta principalmente al olivo, la vid y el almendro, tres cultivos de alta relevancia para la economía de la región. La Junta de Extremadura ha oficializado la existencia de este brote, lo que ha impulsado diversas medidas para su combate.
Respondiendo a este desafío, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible ha considerado de utilidad pública la lucha contra esta bacteria y ha aprobado un Plan de Acción para su erradicación. Este plan incluye la creación de una zona demarcada que abarca las áreas más afectadas, una determinación que ha sido publicada en el Diario Oficial de Extremadura.
Desde el pasado mes de mayo, la Dirección General de Agricultura y Ganadería ya había instaurado diversas medidas fitosanitarias para supervisar la presencia de la Xylella fastidiosa en áreas consideradas de alto riesgo. Estas medidas se intensificarán y adaptarán a la nueva realidad que plantea la confirmación del brote.
Pero, ¿qué es la Xylella fastidiosa y por qué es tan temida? Esta bacteria posee un gran potencial patógeno y es responsable de diversas enfermedades que impactan numerosas especies agrícolas. Además de afectar al olivo, la vid y el almendro, también puede atacar al melocotonero y al ciruelo. Pero lo más preocupante es que puede estar presente en árboles, arbustos y plantas ornamentales y silvestres sin mostrar síntomas, convirtiéndose en un reservorio de infección para otros cultivos.
Además, la Unión Europea reconoce a la Xylella fastidiosa como uno de los principales patógenos de cuarentena, y la incluye en las regulaciones pertinentes por su capacidad de generar plagas prioritarias.
Para su erradicación, se ha implementado un programa de detección y análisis de la Xylella fastidiosa que prevé al menos cuatro años de duración. Entre las medidas a desarrollar, se planifican tratamientos insecticidas, eliminación de plantas infectadas, y restricciones sobre el traslado de vegetales cultivados dentro de la zona demarcada, así como una constante vigilancia y toma de muestras para detectar otros posibles vegetales infectados.
El brote de Xylella fastidiosa en Extremadura supone un desafío serio para el sector agrícola de la región. Sin embargo, con la implementación de estas medidas de prevención y control, se espera minimizar los impactos de esta problemática sobre los cultivos.