El sector lavandero español se encuentra en una situación alarmante. Más de 8.000 hectáreas de cultivo de lavanda están en jaque debido a un brote de gusanos deliciosamente voraces, conocidos como el helicoverpa Armigera. Esta plaga, famosa por su rápida propagación y apetito destructivo, amenaza con arrasar campos enteros en cuestión de horas.
Los lavandicultores están en alerta máxima frente a este voraz consumidor de plantas. Según la Asociación Nacional de Plantas Aromáticas (Anipam), estos gusanos, similares en aspecto a los gusanos de seda, son capaces de desnudar los tallos de las plantas en un abrir y cerrar de ojos, devorar sus flores por completo, dejándolas sin esencia, e incluso llevarlas a la mortalidad si no se aplican soluciones de siega urgentes.
Abelardo Carrillo, presidente de Anipam, visitó recientemente un campo en Cogollor (Guadalajara), que ya está siendo azotado por la plaga. Sumado a la amenaza inmediata de los gusanos, los agricultores de lavanda también se encuentran en medio de una crisis económica en curso con los precios de venta en caída libre.
Además, el sector ha venido arrastrando desde hace tres años un período de inactividad comercial, incapaces de vender un solo euro en productos. Esto parece contradictorio ante la constante expansión de la industria cosmética y de perfumería. Carrillo señaló que no entiende cómo se puede continuar ignorando a los productores de la materia prima en este floreciente sector industrial.
Más allá de las preocupaciones económicas, los lavandicultores reclaman la necesidad de aumento en las ayudas agroambientales y la eliminación de las restricciones a la cosecha debido a esta amenaza inminente. Lorena Tirado, presidenta de Paisajes de Lavanda de Brihuega, reiteró que es crucial para la supervivencia del sector que las entidades gubernamentales comprendan y actúen frente a la gravedad de la situación.
Con una reunión programada para la próxima semana entre los productores afectados y la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, todos los ojos están puestos en el sector de la lavanda, a la espera de medidas decisivas para combatir esta creciente amenaza.