El sector hostelero de las zonas más afectadas por la reciente dana en Valencia enfrenta una dura realidad. Este sector, que incluye cerca de 996 negocios, está en una situación crítica debido a los estragos ocasionados por las inundaciones. La mayoría de estos establecimientos son de restauración, con un notable número de 447 cafeterías y 399 restaurantes que se han visto gravemente impactados. Además, en esta trágica lista se incluyen más de 62 alojamientos, 31 negocios de ocio, y 12 empresas de restauración colectiva.
Las medidas que se están tomando
En un esfuerzo por mitigar el impacto económico, el Consejo de Ministros ha planeado declarar esta semana la situación de zona gravemente afectada por la emergencia. Entre las medidas propuestas, se encuentra la suspensión del segundo pago del IRPF de 2023 para los contribuyentes de esta región. Esta decisión se espera que alivie un poco la carga financiera sobre aquellos empresarios que ya baten un récord de dificultades.
Rafael Herrando, secretario general de la Federación de Hostelería de Valencia, ha indicado que sus primeras acciones se centraron en asesorar a los negocios sobre cómo gestionar los daños inmediatos. La Federación ha estado apoyando a los empresarios para que puedan solicitar indemnizaciones al Consorcio, un proceso que, según Herrando, debería ser ágil, idealmente concluyendo en un plazo de entre 20 días y un mes para que las indemnizaciones sean efectivas.
La importancia de la resiliencia
Uno de los conceptos más recurrentes en estos momentos es el de resiliencia. A pesar de las adversidades, los hosteleros de Valencia han demostrado ser un sector vital durante la pandemia, y ahora se encuentran ante una nueva prueba. Herrando destaca que, tras la pandemia, es crucial volver a manifestar esta capacidad de recuperación y adaptación. La resiliencia se convierte en una palabra clave no solo para sobrevivir, sino para avanzar y fortalecer el tejido económico de la comunidad.
El apoyo económico también es fundamental. Muchos de estos negocios, además de enfrentar la situación actual, arrastran deudas y créditos acumulados durante la pandemia, lo que convierte la situación en un desafío de múltiples capas. Las autoridades están considerando la implementación de Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE) para ayudar a mitigar el impacto en el empleo durante esta crisis.
Preparativos ante una valoración de daños
La creación de un plan de acción inmediato es esencial ante esta situación. Herrando enfatiza que lo más urgente para los empresarios es que se contacten con sus compañías aseguradoras para facilitar la gestión de daños. Las visitas de peritaje son un paso crucial, y se les aconseja que documenten el estado de sus instalaciones con fotografías y vídeos, lo que será vital para poder recibir las indemnizaciones correspondientes.
La celeridad en este proceso es fundamental; los perjudicados esperan que las ayudas lleguen lo más pronto posible, especialmente porque, aunque el consorcio cubrirá ciertos daños, habrá otros costos que los negocios deben afrontar para continuar operando. A lo largo de este camino, también se esperan bonificaciones y exenciones fiscales para aliviar la carga tributaria durante este duro momento.
Impacto en la economía local
La situación en la provincia de Valencia exige una respuesta rápida y efectiva. A medida que las comunidades afectadas intentan retomar las actividades laborales y los servicios públicos, el proceso de reconstrucción será fundamental para asegurar la sostenibilidad de estas empresas en el futuro. Una vez más, el sector de la hostelería se enfrenta al reto de demostrar su fortaleza y adaptabilidad.
La crisis actual pone de manifiesto la importancia del sector hostelero no solo a nivel local, sino también en un contexto nacional, donde representa un pilar esencial de la economía. Es un área que involucra a millones de empleos y que, en situaciones de crisis, debe recibir atención especial para garantizar su continuidad. Mientras el sector se aferra a la esperanza y el apoyo mutuo, la pregunta que queda en el aire es: ¿cómo impactará esta nueva crisis en la estructura del negocio a largo plazo?
Este evento no solo es un obstáculo, sino una oportunidad para replantear estrategias y buscar caminos innovadores que fortalezcan el sector ante futuras adversidades.