El plan para restituir los suelos de América avanza
Según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el programa Suelos Vivos en las Américas, lanzado en 2020, está obteniendo resultados positivos en su misión para restaurar los suelos degenerados en todo el continente. Esta iniciativa se basa en la colaboración de empresas privadas, entidades del sector público y centros de investigación académica.
Entre los proyectos exitosos señalados por el IICA, destaca el que lidera el galardonado científico Rattan Lal, ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2020. Su enfoque se basa en la denominada «agricultura del carbono», que tiene el propósito de incrementar el contenido de materia orgánica en el suelo en un 1%. Este aumento favorece la retención de agua, facilitando así una mayor productividad en cultivos de trigo, arroz y sorgo al incluir más carbono orgánico en el suelo.
La Universidad de Sao Paulo, en Brasil, lidera otro proyecto destacado, denominado C-Carbono. Su objetivo es investigar buenas prácticas agrícolas que permitan a los países americanos aumentar el secuestro de carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El tercer proyecto reseñado es el de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa, conocido como Chakras. Su enfoque es la conservación ambiental a través de la rotación y diversificación de los cultivos, sin labranza y manteniendo una cobertura permanente del suelo con cultivos o residuos del suelo.
La iniciativa de Suelos Vivos se desarrolla con la colaboración de empresas como Bayer, Syngenta y Pepsico. El programa tiene como finalidad generar consciencia acerca de la relevancia de la salud de los suelos para la seguridad alimentaria global, apostando por la sostenibilidad de la agricultura y mejorando la calidad de vida en las áreas rurales de América.
Ambas estrategias se enfocan en trabajar conjuntamente con el sector privado, así como con el ámbito científico y de innovación, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Según Manuel Otero, director general del IICA, la recuperación de la salud del suelo es fundamental para mantener los servicios ecosistémicos que sostienen la vida en el planeta, y la agricultura es una solución vital para afrontar los desafíos globales.