La actual temporada pinta prometedora para la cosecha de tomate en Extremadura, gracias al favorable clima registrado a lo largo del año, y especialmente, en las últimas semanas. Según los pronósticos realizados por diversas organizaciones agrícolas, la región espera una producción de tomate «óptima», alcanzando así los niveles anticipados.
El clima benévolo durante el último periodo ha permitido una evolución favorable del producto. Aunque las temperaturas han subido en los últimos días, el calor actual no supone un obstáculo para el tomate, que todavía tiene margen para desarrollarse adecuadamente.
El líder de La Unión Extremadura, Luis Cortés, anticipa «una campaña muy positiva, con rendimientos consistentes y una calidad sobresaliente”. Las estimaciones indican que la producción alcanzará las 2,2 millones de toneladas, una cifra que supera la registrada el año pasado. Eso sí, ésta será posible siempre que «el sector industrial reciba el producto sin problemas», ya que, ante volúmenes de esta magnitud, la principal preocupación es evitar que la cosecha se acumule.
No obstante, a pesar de las perspectivas positivas, existen algunos desafíos. Un obstáculo destacable es el decreciente precio del tomate establecido por ciertas industrias, una situación que ha generado quejas y cuya solución se espera a través de la intervención de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).
Desde Asaja Extremadura, su máximo representante, Ángel García Blanco, también predice «una buena campaña» para aquellas industrias que tienen contratos de adquisición de los tomates. De hecho, la «buena temporada» ha tardado un poco en arrancar comparado con los inicios habituales, pero se espera un volumen de producción de 100.000 kilos por hectárea, gracias al «sano desarrollo» de la cosecha.
En lo concerniente a las dimensiones del cultivo en Extremadura, la región dispone aproximadamente de 22.000 hectáreas dedicadas a la producción de tomates para la actual campaña. Pese a que se espera que la producción supere las expectativas iniciales, se presume que esto no supondrá problema alguno, ya que existe una demanda suficiente en los mercados para albergar el excedente.