Las cifras han hablado: las exportaciones de vino español han visto un ligero pero significativo aumento durante el primer semestre de este 2024. Según los datos proporcionados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), se ha registrado un incremento del 1,5% en valor y un 0,3% en volumen, si los comparamos con el mismo periodo del año anterior. Estos aumentos han llevado a que la suma total alcance los 1.475,2 millones de euros y los 1.021,7 millones de litros respectivamente.
Sin embargo, no todo ha sido vino y rosas. Informes del OEMV subrayan que junio ha constituido un mes difícil para las exportaciones, que han experimentado una caída del 9% en valor y una de un 14,1% en volumen.
A pesar de este bache mensual, los vinos envasados han mantenido su hegemonía en la facturación de las exportaciones españolas de vino, representando el 81,5% del total. Sin embargo, el valor de estos ha experimentado una disminución del 4,2%, situándose en los 2.385,3 millones de euros. Explicando esta caída, encontramos que tanto el volumen como el valor de los vinos tranquilos envasados (la botella de vino tradicional) han descendido un 0,9% y un 0,1% respectivamente.
Los vinos con denominación de origen protegida (DOP), a pesar de ser la categoría más exportada dentro de los vinos tranquilos envasados, también han sufrido durante este semestre. En concreto, han visto una reducción del 3,8% en valor, estableciéndose en los 608,6 millones de euros, y una del 4,3% en volumen.
A nivel de mercados internacionales, Estados Unidos se mantiene como primer destino en valor de los vinos españoles. No obstante, este mercado también ha registrado una bajada del 1%, situándose en los 128,3 millones de euros. Le siguen Reino Unido con una caída del 9% y Alemania con una disminución del 2,7% en sus importaciones de vino español.
Detrás de estas cifras, es evidente que el sector vitivinícola español sigue luchando por mantener su relevancia y competitividad en un entorno global cada vez más exigente. Sin duda, estos números hacen patente que la robustez y la resiliencia son elementos indispensables en la ruta del vino español hacia un futuro próspero.