El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado un nuevo estudio que se centra en la investigación de las alteraciones epigenéticas y fisiológicas en peces cebra. La peculiaridad del estudio es que estas alteraciones se inducen a través de un ambiente de hipergravedad. Este análisis, dirigido por Laia Ribas del Instituto de Ciencias del Mar (ICM) del CSIC, podría brindar valiosas soluciones para la acuicultura en el contexto del cambio climático global.
La hipergravedad provoca alteraciones significativas en el organismo de los peces. Desde el punto de vista epigenético, se producen cambios en la expresión genética del pez cebra, especie frecuentemente utilizada en experimentos científicos. Estos cambios podrían generar fenotipos más resistentes a las variaciones climáticas.
Un aspecto interesante de la investigación es que también se exploró cómo las alteraciones de la gravedad influyen en el desarrollo del pez cebra, enfocando en características como el comportamiento y la supervivencia. En este sentido, se pudo observar que la supervivencia de los peces cebra se reducía a los dos días de estar expuestos a un ambiente de hipergravedad.
En cuanto a su aplicabilidad para la acuicultura, se espera que este estudio ofrezca respuestas a cómo los peces se adaptan a condiciones adversas. Esto permitiría desarrollar soluciones genéticas para su mejor adaptación a diferentes condiciones ambientales. Por ejemplo, podría ser posible obtener especies de peces que se adaptan mejor a una temperatura del agua más alta, que es una de las consecuencias del calentamiento global.
Según Ribas, el estudio es todavía una prueba «casi piloto». Para obtener resultados concluyentes se necesitarán nuevos estudios, incluyendo uno sobre microgravedad. El experimento de hipergravedad se llevó a cabo en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona en una cámara de centrífugado de gran diámetro durante los cinco días posteriores a la fertilización de los embriones del pez cebra. En total, se observaron 440 individuos bajo estas condiciones.
A pesar de la novedad, este estudio abre nuevos horizontes para entender y gestionar las alteraciones de la acuicultura generadas por el cambio climático y ofrece una nueva perspectiva en la gestión de la biodiversidad.