La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha emitido dos informes donde solicita ajustes en la normativa sobre denominaciones e indicaciones geográficas protegidas, con el objetivo de fomentar una competencia más equitativa en el mercado. Esta iniciativa se enmarca dentro del desarrollo de un Real Decreto que busca implementar la normativa europea relativa a la protección de dichas indicaciones.
Actualmente, España se sitúa en el tercer puesto de la Unión Europea, con un total de 388 denominaciones e indicaciones protegidas. Estos mecanismos de calidad, conocidos como denominaciones de origen protegidas (DOP), indicaciones geográficas protegidas (IGP) y especialidades tradicionales garantizadas (ETG), tienen como propósito identificar productos cuya calidad y características están intrínsecamente ligadas a su origen geográfico o al método de producción tradicional.
Recomendaciones para una mejor regulación
Entre las sugerencias de la CNMC se destaca la necesidad de que, antes de la aprobación de regulaciones vinculantes, se solicite un informe que evalúe su impacto en la competencia. La Comisión subraya que estas normativas deben estar justificadas y tener una duración limitada, además de definir claramente a los sujetos obligados y asegurar que no se intercambie información comercialmente sensible.
Asimismo, la CNMC propone mantener el modelo actual de delegación del control oficial, promoviendo una competencia abierta y transparente entre las entidades de certificación y los profesionales cualificados, así como eliminar la exclusividad de los consejos reguladores en las funciones de verificación. Esta medida busca ampliar las oportunidades para diversas entidades certificadoras y aumentar la transparencia.
Clarificación y simplificación de los procesos
El organismo dirige su atención también hacia la necesidad de clarificar quiénes están legitimados para participar en estos procesos y mejorar los criterios sobre la protección nacional transitoria, a la espera de la decisión final de la Comisión Europea. Además, sugiere que los pliegos normativos sean sometidos a revisión por la autoridad de competencia, a fin de prevenir restricciones injustificadas en el mercado.
Por último, la CNMC aboga por un rediseño de las normativas que se aproxime más a una declaración responsable. Esto implicaría reducir las cargas administrativas innecesarias y los plazos de comercialización, contribuyendo así a una mayor fluidez en el acceso y promoción de productos con denominaciones de calidad.








