La Comisión Europea (CE) recientemente ha concedido su aprobación para la importación de dos variedades de maíz genéticamente modificado destinados para la alimentación humana y el pienso en el territorio de la Unión Europea (UE). Adicionalmente, se ha renovado la autorización para la importación de una tercera variedad de este grano.
Es importante aclarar que, aunque estas autorizaciones permiten la importación y uso de estas variedades de maíz genéticamente modificado, el cultivo de las mismas en la UE no está permitido. La decisión de Bruselas está orientada exclusivamente al uso de este maíz en alimentos y piensos.
Las variedades de maíz que han sido aprobadas para su importación pasaron por un proceso de evaluación riguroso y meticuloso que garantiza los más altos niveles de protección para la salud humana, animal y del medio ambiente. Según la CE, este procedimiento de evaluación ha proporcionado seguridad y confianza acerca de que estos maíces modificados genéticamente son tan seguros para la salud como sus equivalentes convencionales.
Fue la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) la que presentó un informe científico que concluía sobre la seguridad de los citados maíces genéticamente modificados. Este informe daba luz verde para su aprobación, respaldando con argumentos sólidos la decisión de la CE.
Es importante añadir que la validez de estas autorizaciones es de diez años. Aunque esto no exime a estos maíces de cumplir con las estrictas normas de etiquetado y trazabilidad de la UE. Todo producto que resulte de estos maíces modificados genéticamente deberá ajustarse a estas normas.
Finalmente, cabe señalar que la CE decidió sobre la autorización de estas importaciones tras no conseguir los Estados miembros una mayoría cualificada a favor o en contra de la misma. Esta decisión suponía una obligación legal de Bruselas.