La Comisión Europea (CE) ha anunciado una norma que permite la flexibilización de las reglas de política ambiental de la Política Agraria Común (PAC). Esta medida permite a los Estados Miembros establecer y reconvertir tierras en pastos permanentes, en lugar de seguir estrictas normas ambientales.
El reglamento, que se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, detalla la «norma 1» de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM) de la PAC. Estas reformas han sido aprobadas por la Eurocámara esta semana y son una respuesta a las protestas de los agricultores que han estado teniendo lugar durante meses.
El reglamento entra en vigencia de forma retroactiva a partir del 1 de enero de 2024. Según este, las normas que exigen el mantenimiento de pastos permanentes se suavizan. Esto se debe a que se han tenido en cuenta cambios estructurales que han afectado a los sistemas de explotación en diversos Estados Miembros, tales como la disminución del número de agricultores especializados en ganadería.
En la práctica, las nuevas reglas permiten a los agricultores orientar su producción hacia otros cultivos que no sean exclusivamente para la alimentación del ganado, si la proporción de pastos ha disminuido en más de un 5% respecto al año de referencia 2018.
Esta situación ha hecho que el cumplimiento de la obligación de establecer o restablecer pastos permanentes sea cada vez más difícil para los agricultores manteniendo su viabilidad económica.
Con esta decisión, se permitirá a los países ajustar la proporción de referencia en el período de programación 2023-2027 para tener en cuenta la disminución de la superficie de pastos permanentes debido a cambios estructurales en sus sistemas de explotación que se hayan producido a partir de 2019.
Además, los Gobiernos tendrán que basarse en los datos más recientes disponibles y usar un período de cinco años seguidos para sus evaluaciones, comenzando no antes de 2019.
Por último, la Comisión Europea considera que es esencial establecer estas normas lo antes posible, permitiendo así a los agricultores una adecuada planificación y adaptación a las nuevas normas.