El sector cafetero de México, uno de los principales generadores de riqueza en el sector agrícola del país, se encuentra en una alarmante situación de emergencia debido a la sequía que se padece en la región. Según expuso Ismael Gómez, representante de la Unión de Productores Independientes de Café, en una entrevista con EFE, se espera un drásticamenor número de sacos de café producidos en el actual ciclo productivo. De producirse normalmente alrededor de 6 millones de sacos, la cifra podría reducirse hasta los 500.000.
Gómez ha detallado que, de acuerdo a los datos del último censo, alrededor de 170.000 hectáreas dedicadas al cultivo de café, localizadas la mayoría en la región fronteriza al sur de México, podrían verse afectadas por la falta de lluvias. De manera similar, el número de sembradores y productores que dependen directamente de estos terrenos se verían duramente golpeados por la sequía.
No en vano, México es uno de los principales exportadores mundiales de café, con exportaciones que superaron los 433,8 millones de dólares en 2023, de acuerdo a datos de Statista. Este ranking se ve amenazado, no solo por la reducción en la producción, sino también por la caída del área sembrada de café cereza, que se redujo en un 0,42% en 2023, según las estadísticas del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) del Gobierno de México.
Además, en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala y que representa un tercio de la producción total de café en México, los productores están especialmente preocupados. La falta de precipitaciones ha originado que los cafetaleros pidan al Gobierno federal un apoyo para afrontar la no existencia de ingresos que normalmente generaría la producción.
La situación es preocupante a nivel nacional, con prácticamente dos tercios del territorio mexicano padeciendo una sequía de moderada a excepcional. En la región de la frontera sur, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estima que en torno a un 21,5 % de la superficie se encuentra ‘anormalmente seca’, mientras que el 44,7 % sufre una sequía moderada y un 29,8 % padece ya problemas de sequía severa.
Por último, es importante destacar que esta crisis se enmarca en un escenario global de cambio climático, con eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes. El fenómeno de El Niño, un episodio asociado al calentamiento del océano Pacífico, ha agravado la sequía desde 2023, exacerbando la crisis e intensificando la necesidad de una respuesta integral desde el Gobierno federal y los productores de café para paliar la pérdida.