Con la llegada del verano y un considerable incremento del turismo, tanto nacional como internacional, los bares y restaurantes españoles están trabajando a pleno rendimiento. La expectativa está puesta en el notable incremento de un 5% en facturación que se espera para la temporada estival, según las previsiones del sector. Sin embargo, hay algunas señales de preocupación en el horizonte: el estancamiento de la demanda nacional y el significativo aumento de costes, que podrían desafiar la competitividad y productividad de los establecimientos locales.
El secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, ha señalado que, a pesar del optimismo sobre las buenas previsiones para este verano, la restauración aún está afrontando dificultades significativas para la recuperación de sus márgenes. En este sentido, el ejecutivo ha destacado que también es alarmante el considerable incremento de costes en los últimos meses.
Las estadísticas revelan una imagen positiva en la que la facturación de la restauración ha aumentado hasta un 7,5% entre enero y mayo de 2024, en comparación con el mismo periodo del 2023. Han atribuido este crecimiento al fortalecimiento del turismo internacional. Se espera que el 2024 «vuelva a ser de récord» tanto en facturación como en empleo, gracias a estas mejores condiciones.
A pesar de la creciente demanda, el sector hostelero también enfrenta un problema para encontrar trabajadores. Según datos de Hostelería de España, un 64,6% de los empresarios ha encontrado dificultades para cubrir las vacantes de empleo durante la temporada estival. Esta situación se ha vuelto un problema crónico para el sector, sobre todo durante los picos de ocupación.
No obstante, Hostelería de España estima que este año se rocen los dos millones de contrataciones, estableciendo un récord en la contratación del sector. Las cifras del primer semestre muestran un incremento de empleo en la restauración de 49.000 trabajadores más que durante los mismos meses del 2023.
A pesar de los obstáculos existentes y proyectados, el ánimo dentro del sector es optimista. Se espera que la evolución positiva se materialice en todas las comunidades, especialmente en las islas, el litoral mediterráneo y algunos destinos del norte de España, los cuales han demostrado un dinamismo notable. Con suerte, se debería presenciar un verano bueno y fructífero para la hostelería y restauración españolas.