El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha anunciado que se pondrán en funcionamiento 44 nuevas oficinas de atención a los afectados por la dana en la Comunidad Valenciana. Estas oficinas se suman a las 16 ya existentes, alcanzando un total de 60. Además, se establecerán dos más en Castilla-La Mancha para asegurar una atención más cercana y accesible a los damnificados.
Recursos humanos movilizados para la gestión de ayudas
Para facilitar el proceso de tramitación de huellas y ayudar a los afectados, el Gobierno ha movilizado 372 empleados públicos y ha contratado 133 nuevos trabajadores. Esto se enmarca en un esfuerzo por garantizar que la gestión de las ayudas sea lo más ágil posible. Planas subrayó que la situación es seria, destacando que los efectos de la dana han tenido un impacto significativo en la vida de muchas personas.
El ministro refirió que, aunque la situación es extremadamente grave, tanto en términos de pérdidas humanas como materiales, el Gobierno se compromete a estar al lado de los afectados. Este compromiso incluye brindar soluciones efectivas a sus problemas de la manera más eficiente posible.
Evaluación y compensación de daños en el sector agrícola
Los impactos de la dana han afectado no solo a las áreas urbanas e industriales, sino también a los campos y explotaciones agrarias. Por lo tanto, el Gobierno ha decidido iniciar una serie de evaluaciones para determinar los daños en las explotaciones afectadas. Se ha aprobado un presupuesto de 200 millones de euros destinados a indemnizar a aquellas explotaciones que sufran una pérdida superior al 40% en su producción.
Para facilitar esta tarea, ya se han movilizado a 140 peritos de Agroseguro. Estos profesionales, en colaboración con imágenes satelitales y visitas a campo, tienen la responsabilidad de informar a los beneficiarios sobre las ayudas disponibles. La clave es realizar este proceso con rapidez y eficacia, cruzando datos con la Agencia Tributaria y utilizando el Fondo Español de Garantía Agraria.
Intervenciones planificadas para la recuperación del ámbito rural
En términos de intervenciones, Planas detalló que la segunda acción del Gobierno se centrará en el restablecimiento de las explotaciones agrarias y ganaderas. El objetivo primordial es evitar la pérdida de una sola hectárea de superficie agraria útil. Esto no solo es crucial para la producción alimentaria, sino también para la economía rural.
A partir de diciembre, después de completar los trabajos en áreas urbanas, se prevén destinar 170 millones de euros para la eliminación de escombros, la reparación de caminos rurales y el restablecimiento de la superficie agraria productiva. Esto representa un paso importante hacia la recuperación integral de las zonas afectadas.
Créditos y subvenciones para apoyar a los agricultores
El ministro también anunció que se destinarán 10 millones de euros en subvenciones para compensar a aquellos que han sufrido daños en instalaciones y vehículos auxiliares utilizados en la actividad agraria. Esta medida busca aliviar la carga financiera que enfrentan los agricultores en este momento tan crítico.
Adicionalmente, se presentará una propuesta para ofrecer 60 millones de euros en reducción de intereses para créditos destinados a las explotaciones. Esta iniciativa podría beneficiar a muchos agricultores, al permitirles acceder a financiación con un 100% de aval y una reducción de intereses que podría alcanzar hasta el 15%.
Transparencia y coordinación en la gestión de la crisis
Es importante destacar que el Gobierno está comprometido con la máxima coordinación y transparencia durante la gestión de las consecuencias de la dana. Luis Planas ha confirmado la intención de introducir una solicitud de comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso, para informar sobre la actuación del Ejecutivo frente a esta emergencia.
Esta comparecencia se producirá el 27 de noviembre, mientras que la vicepresidenta tercera de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, también comparecerá el 20 de noviembre. La intención es que los ciudadanos, especialmente aquellos que han sufrido los efectos de la dana, tengan un panorama claro sobre las acciones que se están llevando a cabo.
Es evidente que la respuesta a crisis como esta es fundamental para la alineación de políticas agrarias y de desarrollo rural, además de mejorar la inversión en la resiliencia del sector agrícola frente a futuras adversidades. La espera por una efectiva recuperación genera un ambiente que invita a la comunidad agrícola a reflexionar sobre su propia capacidad de adaptación ante fenómenos adversos y las lecciones que pueden extraerse de esta experiencia para el futuro.