En la reciente reunión de ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) en Bruselas, el comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, subrayó que el acuerdo de asociación entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur) puede resultar beneficioso para el sector agrícola, destacando que no es un pacto en el que «todo sea blanco o negro». Durante una rueda de prensa, aseguró que «el beneficio general es alto y nuestro sector agrícola también se beneficia».
Beneficios para el sector lácteo
Uno de los sectores que podría experimentar un gran impulso es el lácteo, especialmente en lo que respecta a los quesos con indicaciones geográficas de la UE. Hansen señaló que «se beneficiarán enormemente» de esta alianza, lo que podría traducirse en mejores oportunidades comerciales para los productos europeos en el mercado sudamericano.
Este tipo de productos son conocidos por sus estándares de calidad, y el acuerdo podría facilitar el acceso a un mercado nuevo y en crecimiento, lo que representa una oportunidad significativa para los agricultores de la UE.
Preocupaciones sobre los sectores sensibles
A pesar de las oportunidades que presenta el acuerdo, Hansen también destacó la necesidad de prestar atención a los «sectores sensibles» que pueden verse afectados. «Tenemos que cuidar de los sectores sensibles con respecto al acuerdo con Mercosur», enfatizó, sugiriendo que es vital escuchar las preocupaciones de estos agricultores y comunidades para abordar adecuadamente sus inquietudes.
Francia, uno de los países que salió a manifestar su resistencia al acuerdo, aseveró que es crucial que se traduzca el texto negociado. Según Hansen, esto permitirá a los ministros evaluar de manera más clara los resultados concretos alcanzados en las negociaciones.
Proceso de negociación y tiempo de implementación
El comisario reconoció que el proceso para traducir y pulir los términos del acuerdo podría demorar. «Esto puede llevar un tiempo, ya que el pulido jurídico no se hace en unos momentos», señaló. Aseguró que el objetivo es asegurar una sólida base legal para que los ministros puedan tomar decisiones bien informadas una vez que el acuerdo sea ratificado.
La Comisión Europea, dijo, ha llevado a cabo las negociaciones basándose en el mandato otorgado por los Estados miembros, y si se emitió un acuerdo el pasado viernes, es porque se consideró que está en línea con lo estipulado.
Impacto arancelario en productos europeos
Una de las principales características del acuerdo es la eliminación de aranceles a productos europeos que actualmente enfrenta el Mercosur, como vehículos, maquinaria, tecnología de información y comunicaciones, textiles, chocolate o vino. Esto podría abrir muchas puertas al comercio entre ambas economías y potenciar la competitividad de los productos europeos en el mercado sudamericano.
Sin embargo, la mayor inquietud manifestada por los detractores de este pacto se centra en el potencial impacto que la eliminación de aranceles a las importaciones agrarias del Mercosur podría tener sobre los agricultores de la UE.
Cláusulas y mecanismos de salvaguarda
En respuesta a estas preocupaciones, Hansen afirmó que el acuerdo incluye varias cláusulas y mecanismos de salvaguarda. «Eso es algo que siempre nos tomaremos muy en serio», comentó, dando a entender que las preocupaciones de la comunidad agrícola serán tenidas en cuenta durante el proceso de implementación del acuerdo.
Sin embargo, el comisario también hizo hincapié en que el equilibrio logrado podría resultar beneficioso para ambos lados, sugiriendo que una cooperación más estrecha puede ofrecer ventajas tanto a los agricultores europeos como a los del Mercosur.
Este escenario plantea un horizonte nuevo y lleno de desafíos, ya que tanto la UE como Mercosur navegan en un mar de intereses, preocupaciones y oportunidades. Con la promesa del acuerdo aún en el aire y en espera de su ratificación, el futuro del comercio agrícola podría transformarse significativamente, invitando a una reflexión más profunda sobre la interdependencia global en el sector. La capacidad de los agricultores europeos para aprovechar estas oportunidades dependerá de cómo se aborden y gestionen las incertidumbres y preocupaciones que surgen en el camino hacia un comercio más integrado.








