En el proceso de confección de las leyes, cada etapa es fundamental y en el caso de la ley sobre la prevención de pérdidas y desperdicio de alimentos, es crucial destacar la fase en que se encuentra actualmente: La de la negociación parlamentaria. Después de la presentación de aproximadamente 300 enmiendas, la ley tiene un plazo de tres meses antes de que comience su vigencia, establecida para enero de 2025.
Existe un fuerte enfoque parlamentario en este asunto, evidenciado por las 278 enmiendas presentadas por los distintos grupos con representación en el Congreso de los Diputados durante el pasado mes de junio. El encargado de llevar adelante estas negociaciones es, entre otros, Sergio Matos, portavoz de Alimentación del grupo socialista en el Congreso, quien enfatiza que el objetivo es conseguir que el proyecto de ley sea aprobado antes de que se acabe este año.
En cuanto a los contenidos de esta importante norma, se prevé la retención de ciertos elementos clave del proyecto anterior. Esto incluye establecer una jerarquía de prioridades para el destino de los alimentos, con el consumo humano en primer lugar, a través de la donación o redistribución de los alimentos aptos para el consumo. También se espera que se mantenga la obligación de las empresas de la cadena de contar con un plan de aplicación para prevenir pérdidas y desperdicio, y de llegar a acuerdos para donar sus excedentes siempre que sea viable.
Los esfuerzos para la aprobación de esta ley no solo son un asunto doméstico, sino que también incluyen una visión más amplia. De hecho, como señala Matos, la reactivación del proyecto de ley contra el desperdicio alimentario ha estado esperando a la aprobación de una nueva norma europea que aún deben negociar el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.
En resumen, los esfuerzos se están realizando en todos los niveles y con un enfoque múltiple para llevar a cabo la ley de prevención de pérdidas y el desperdicio de alimentos. La esperanza subyace en que, siendo esta norma tan necesaria, sea aprobada pronto para comenzar a trabajar y actuar en un área tan relevante para la sostenibilidad alimentaria.