La flota arrastrera del Mediterráneo se enfrenta a un momento de incertidumbre, ya que el próximo 2 de enero se decidirá si ciertos puertos amarrarán sus barcos en protesta por los recortes de días de pesca impuestos por la Unión Europea (UE). A medida que se acerca la fecha, los armadores y las cofradías están en plena deliberación sobre la conveniencia de un paro, que afectaría significativamente a la actividad económica en los puertos.
División en el sector pesquero
El presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), Basilio Otero, ha señalado que la situación es compleja. Durante el fin de semana, se llevaron a cabo consultas entre las cofradías mediterráneas, pero no hay un consenso claro. Otero mencionó que "hay división" entre los arrastreros sobre la iniciativa de paro y que solo se tomarán decisiones definitivas el día 2, tras el festivo del primero. Es importante destacar que este paro solo concierne a los arrastreros, aunque su impacto podría ser devastador para toda la pesca en la región.
Recortes significativos en días de pesca
La problemática radica en un acuerdo del Consejo de Ministros de Pesca de la UE que establece un recorte del 79% de días en el mar para los arrastreros del Mediterráneo, lo que significaría que tan solo podrían faenar entre 27 y 28 días en 2025. En comparación, durante el 2024, los arrastreros pudieron realizar hasta 130 jornadas de pesca. Esta drástica reducción afecta a 556 arrastreros y a las flotas de diferentes comunidades autónomas como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia y Andalucía.
Posibles medidas de salvaguarda
A pesar de los recortes, la UE ha propuesto algunas medidas de sostenibilidad que podrían moderar este impacto negativo. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por su parte, ha expresado su compromiso de adelantar días de pesca en el primer semestre del próximo año, buscando que el total anual se asemeje al de 2024, previa implementación de las nuevas medidas. Sin embargo, dado que el futuro de la pesca en la región es incierto, la realidad es que estas iniciativas podrían no ser suficientes para mitigar el descontento en la flota.
Un llamado a la unidad
Otero ha enfatizado que en los puertos mediterráneos existe una parte significativa de cofradías dispuestas a llevar a cabo el paro, aunque también hay quienes buscan un consenso antes de tomar una decisión. Algunos solo apoyarían el paro si hay un acuerdo generalizado en todos los puertos. “No todo el mundo está de acuerdo en parar; no hay una mayoría a favor ni en contra”, ha manifestado el presidente de la FNCP.
Sin lugar a dudas, el paro programado para el 2 de enero es un tema candente que requerirá de la atención y la acción de todos los involucrados para encontrar una solución adecuada que permita la sostenibilidad del sector pesquero. A medida que un grupo de cofradías espera con ansiedad el resultado de estas deliberaciones, queda claro que la pesca en el Mediterráneo se encuentra en una encrucijada que podría definir su futuro y el de las comunidades que dependen de ella.