El conflicto entre los planes de implementación de energía eólica marina en España y el sector pesquero sigue en auge. Según Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), la flota se encuentra dispuesta a hacer todo lo posible para defender su sustento y solicita una moratoria a los planes gubernamentales de instalación de turbinas eólicas.
De acuerdo con Otero, la flota pesquera considera que la administración está ignorando sus necesidades y objetivos en sus planes de ordenación del espacio marítimo. Esta postura surge a raíz de la regulación presentada por el Gobierno español recientemente en relación con la instalación de los molinos eólicos.
El presidente de la FNCP, también lidera una plataforma en defensa de la pesca, que ha llevado la batalla legal contra los planes de energía eólica al Tribunal Constitucional. Afirma que el reciente real decreto no contempla mejoras para la coexistencia armónica entre la pesca y la energía eólica.
Los pescadores, por su parte, sostienen que hasta que no existan informes científicos sobre el impacto de las turbinas eólicas en la biodiversidad, debería postergarse la implementación de estos proyectos y consecuentemente las subastas. Otero lamenta lo que define como la «fiebre del oro» de la energía eólica en las costas españolas, que a su juicio, amenaza el modo de vida de la flota.
La FNCP ha participado en grupos de trabajo con el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), y del resultado de estos encuentros se desprende la incertidumbre sobre el impacto verdadero de estas instalaciones en los caladeros.
Otero concluye que aunque el sector pesquero no se opone en principio a los molinos eólicos marinos, remarca que es vital tener en cuenta que la pesca es la actividad empresarial que menos CO2 emite por kilo de producto. Recalca que una transición energética que derive en la pérdida de puestos de trabajo del sector pesquero no resultará justa.
Finalmente, añade que el sector pesquero exige diálogo tanto al Ministerio como a la Asociación Eólica Española, pero advierte que si no hay avances, el sector estará dispuesto a llegar hasta donde sea necesario para defender sus intereses.








