El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación español, Luis Planas, ha instado recientmente a la Comisión Europea (CE) a que aplique medidas de fortificación en la gestión del agua y establezca un sistema de seguros europeo para los agricultores. Esta protección sería particularmente beneficiosa para la región mediterránea, que se enfrenta habitualmente a condiciones extremas derivadas del cambio climático.
Durante una intervención en la reunión ministerial del grupo MED9 en la ciudad chipriota de Ayia Napa, Planas declaró que era imprescindible que la Unión Europea adoptase una coordinación centralizada para la gestión de riesgos agrarios. Esta propuesta estaría influenciada por la exitosa gestión de riesgos en la agricultura desarrollada en España mediante su seguro agrario, que ha proporcionado compensaciones significativas durante condiciones de sequía.
Planas también destacó el reto que representa la sequía y la disminución de las lluvias en la región mediterránea, subrayando el impacto que esto tiene en los países del sur de Europa. El propio ministro indicó que España planea invertir alrededor de 2.400 millones de euros hasta 2027 para modernizar sus sistemas de riego, con la ayuda de los fondos Next Generation de la UE, en un intento de asegurar la sostenibilidad agraria en el país.
En su intervención, Planas hizo hincapié en la importancia de encontrar fuentes alternativas de agua, como desaladoras, aunque esto pueda suponer un coste mayor. Y no dejó de señalar el peso de la digitalización y el uso de la edición genética como necesidades para adaptar la agricultura a las cambiantes condiciones del clima.
Además, el ministro español señaló el auge de partidos de ultraderecha en la Eurocámara que, a pesar de demandar mayor apoyo para los agricultores, niegan la realidad del cambio climático, describiéndolo como una «gran contradicción». Así, Planas abogó por ser prácticos, tomar acciones contra el cambio climático y adaptarse a esa realidad, en lugar de negarla.
Finalmente, el ministro destacó que agricultores y ganaderos necesitan tener márgenes de rentabilidad que les permitan continuar con su labor de alimentación, adaptándose a la realidad climática utilizando técnicas basadas en los últimos avances científicos.