El sector agrícola a nivel internacional sigue su fenómeno ascendente, experimentando un incremento notable en los precios de los cereales. Desde la primera semana de septiembre, el mercado de cereales ha dejado constancia de un auge palpable en los costes, especialmente en los de maíz. Los expertos señalan la incertidumbre en la producción de esta materia prima como una de las razones principales tras este incremento.
Sin embargo, esta tendencia al alza parece no haber llegado a todos los rincones del mundo. Las lonjas de cereales en España, por ejemplo, continúan con cifras en descenso. Para entender mejor esta anomalía, es vital desgranar la evolución del costo de contratos de futuros de trigo y maíz en diversos sectores mundiales.
Se han registrado importantes repuntes en plataformas de negociación como Euronext en París, así como en la Bolsa de Chicago en Estados Unidos. Por ejemplo, las cotizaciones de trigo han obtenido un aumento del 1,75% en la capital francesa, y el maíz ha alcanzado hasta un 2,5%. En Chicago, los precios de estos dos tipos de cereales experimentaron incrementos aún más significativos; el trigo y el maíz se dispararon un 7,75% y 6,75%, respectivamente.
Pero esto ha traído consigo ciertos matices en nuestras fronteras. Incongruentemente, los precios en las lonjas españolas no han reflejado este auge en el coste de los cereales. De acuerdo a información suministrada por Accoe (Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España), no hay cambios significativos en las cotizaciones semanales. Los costes del trigo blando, maíz, cebada y avena mantuvieron cifras en rojo, mientras que los del trigo duro y la cebada de malta permanecieron estables.
Estos datos ponen de manifiesto que, pese a las dinámicas a escala global, el mercado cerealístico de España parece mantenerse ajeno a estos patrones. Esto abre interrogantes sobre las posibles razones que subyacen bajo estas diferencias, cuyos análisis, seguramente, darán pie a futuras discusiones en el sector agroalimentario español.








