El planeta enfrenta una crisis ecológica sin precedentes, y las plantas están entre las más afectadas. Según el informe «Estado Mundial de las Plantas y los Hongos«, un 45% de las especies de plantas con flores se encuentran en peligro de extinción en 2024. La deforestación, el cambio climático y la actividad humana son los principales culpables de esta alarmante situación. La pérdida de estas especies no solo afecta la biodiversidad, sino también el equilibrio de los ecosistemas y, por ende, nuestra propia supervivencia.
Causas principales de la extinción
La deforestación es uno de los factores más devastadores para las plantas, ya que elimina sus hábitats naturales. La urbanización y la agricultura intensiva también contribuyen a la pérdida de biodiversidad. El cambio climático agrava la situación, alterando las condiciones de crecimiento y reproducción de muchas especies, especialmente aquellas con rangos de hábitat limitados. Estos cambios son particularmente preocupantes para las plantas que no pueden adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones ambientales.
Especies más amenazadas en 2024
Según la Lista Roja de la UICN, más de 66.500 especies de plantas están registradas, de las cuales más de 5.700 están en peligro crítico. Entre ellas destacan:
- Estevesia alex-bragae: Un cactus brasileño cuya supervivencia está amenazada por la destrucción de su hábitat.

- Leptocereus leonii: Conocida como pitahaya, esta planta está en peligro crítico en su entorno natural.

- Juniperus saxicola: Esta sabina, originaria de Cuba, se encuentra en grave peligro debido a la pérdida de su hábitat.

- Argyranthemum winteri: Una margarita endémica de las Islas Canarias, cuya población se ha reducido drásticamente.

Iniciativas de conservación
Para mitigar esta crisis, se han implementado diversas iniciativas de conservación. Los bancos de semillas desempeñan un papel crucial al preservar la diversidad genética de las plantas, asegurando que, incluso si una especie desaparece en su hábitat natural, se pueda reintroducir en el futuro. Además, proyectos como el del horticultor Umberto Pasti en Marruecos, que ha creado un vergel para proteger especies en peligro, demuestran que la acción individual puede tener un impacto significativo en la conservación.
La preservación de las plantas en peligro de extinción es una tarea crucial para mantener la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas. La humanidad debe intensificar sus esfuerzos para proteger estas especies y evitar una pérdida irreparable. Solo mediante una acción concertada podremos asegurar un futuro en el que las plantas, y los beneficios que aportan, sigan siendo una parte integral de nuestro mundo.




